"En Madrid siempre hay gente dispuesta a escuchar"
Chaouen, la localidad marroquí que por una antigua leyenda compartida está hermanada con la gaditana villa de Bejer, le sirvió a Carlos Sánchez para adoptarlo como apellido artístico. Él es de la vecina San Fernando, pero como su familia tenía las raíces en Bejer, desde muy pequeño se había quedado con la sonoridad de la palabra. Así que, como Carlos Chaouen, empezó a cantar por los bares de Madrid, ciudad en la que vive desde los 12 años. A sus 26 y su segundo disco recién editado, Maldita, Carlos Chaouen se ha convertido en el último referente de la canción de autor. Se desmarca de sus compañeros de profesión y generación por hablar con más desparpajo sobre drogas y sexo, por un deje castizo en su voz que podría ser admitida como la de un rockero de barrio y por una preocupación obsesiva hacia la parte musical que lleva hacia el funky, en ocasiones, pero también hacia el rock, la rumba, la balada, el reggae o la salsa. Un bicho raro que harto de cantar por pequeños garitos acaba de enfrentarse en Caracol a una parroquia mayor con la intención de que sus canciones lleguen cada día a más gente.Pregunta. ¿Ha estado alguna vez en Chaouen?
Respuesta. Una vez, y hace tiempo, pero ya usaba ese nombre artístico. Me gustó mucho.
P. Para ser cantautor le comparan más con Extremoduro, La Cabra Mecánica, An-Tonio, Veneno...
R. Son cosas que me gustan, pero puedo decir que deliberadamente yo no intento copiar nada ni a nadie. Supongo que, de oírlos, se me quedarán cosas buenas, pero también cosas malas.
P. ¿Se hizo cantautor en Madrid?
R. Supongo que sí, porque llegué con doce años con mi familia. No era muy consciente de adónde venía, pero sí de lo que perdía. Me desperté aquí y Madrid me enriqueció, pero me alegro de venir de San Fernando, donde vuelvo a menudo.
P. ¿Tiene vocación de artista "de masas"?
R. No creo a los que dicen no querer que lo suyo llegue a una mayoría. Desde el momento en que sales de tu casa y pones tus canciones en la calle y muestras lo que haces, quieres llegar a más gente.
P. Por sus letras se diría que se ha creído lo de "sexo, droga y rock and roll".
P. De rock and roll alguna influencia, pero no es de lo que más hay. Sexo y droga sí, mucho, porque creo que en la vida está muy presente en todo. A veces, incluso, son la misma cosa.
P. ¿Madrid le hace hacer canciones, o las compone en sus escapadas a San Fernando?
R. Hay muchas, la mayoría, que no podían haber sido escritas más que aquí, y son muy diferentes a las pocas que he hecho allí. Y salen distintas porque Madrid es un sitio en el que siempre hay mucha gente dispuesta a escuchar: eso te hace componer de otra manera.
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