Un equipo prometedor frustrado por las lesiones
Tras los resultados que el Barcelona y el Leeds obtuvieron en sus respectivos partidos de Liga del sábado, y teniendo en cuenta la epidemia de lesiones que está padeciendo el club inglés, la única opción concebible esta noche cuando ambos equipos se enfrenten en la Liga de Campeones es una victoria catalana.Es bien sabido que el fútbol es el deporte más imprevisible que hay. Pero quien crea que el Barça no vaya a ganar su partido más importante en lo que va de temporada es porque piensa que lo que condiciona el éxito en el fútbol no es el talento, o la preparación física, o la experiencia, sino el absurdo, el azar.
Veamos. Contra el Manchester, el pasado sábado, el Leeds perdió por 3-0 y si no hubiera sido porque su portero jugó el partido de su vida, o porque el Manchester empezó el encuentro con sus dos mejores jugadores -Beckham y Giggs- en el banquillo, o porque durante la última media hora el Manchester estaba ahorrando energías para el partido que disputa esta noche contra el Anderlecht, entonces el resultado hubiera sido de escándalo. Alex Ferguson sabía cómo estaban las cosas: "Una vez que me enteré de quiénes iban a integrar el equipo del Leeds supe que lo iban a tener muy difícil".
El Leeds tiene 11 jugadores lesionados. Once que juntos formarían un equipo mucho más potente que los 11 con los que cuenta el frustradísimo entrenador, David O'Leary. El equipo que quedó tercero en la Liga inglesa en la temporada pasada era un equipo muy joven cuya columna vertebral la formaban tres fornidos veteranos: el capitán surafricano Lucas Radebe, el portero Nigel Martyn y el centrocampista David Batty. Ni Radebe, ni Martyn ni Batty jugarán esta noche. Tampoco el mejor jugador del Leeds, el australiano Harry Kewell; ni el goleador Michael Bridges, ni los laterales Ian Harte y Danny Mills, ni el extremo izquierdo Jason Wilcox.
Para tener una idea de la catastrófica situación que vive el Leeds imaginémonos un Barça no sólo con Guardiola y Kluivert lesionados, sino también sin Dutruel, Abelardo, Sergi, Reiziger, Cocu, Luis Enrique ni Rivaldo. ¿Qué factores tiene el Leeds a su favor para repetir el milagro que se dio en Elland Road hace un mes cuando venció (con muchos más jugadores disponibles) al Milan por 1-0?
Como ya ha señalado Llorenç Serra Ferrer, el Leeds cuenta con Alan Smith y Mark Viduka, dos delanteros capaces de marcar goles contra equipos débiles, pero que no pudieron hacer absolutamente nada el sábado contra una defensa del Manchester que carecía de tres de sus cuatro titulares.
¿Qué más? La ventaja de jugar en casa con el apoyo de los que muchos consideran que son los aficionados más desagradables de Inglaterra. Lo que es mucho decir. En el partido contra el Manchester, los del Leeds se consolaron en las gradas inventándose cánticos que se burlaban de la famosa tragedia de Múnich de 1958, cuando el United perdió la mitad de su equipo en un accidente aéreo. Y haciendo sufrir a David Beckham como ya lleva tiempo sufriendo: miles de aficionados rivales expresando su deseo de que su hijo Brooklyn, de dos años, muera de cáncer.
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