Grosería
Quedé perpleja en el partido de fútbol entre Israel y España por el comportamiento grosero del público madrileño; en primer lugar, mientras sonó el himno nacional de Israel, que se tapó con silbidos y abucheos; durante el partido, la zona de juego del portero israelí parecía un estercolero (el muchacho, además de balones, paró desperdicios). Más vale que el madrileño se moleste en ir adquiriendo más educación y mejor gusto, no sea que la broma de "Madrid Ciudad Olímpica" nos cueste algún incidente diplomático.- Alonso. .
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