El PP recupera la alcaldía de Xàbia entre denuncias sobre manejos urbanísticos. La oposición de Xàbia achaca la moción a un plan "urdido por promotores y especuladores" El nuevo alcalde dice que la maniobra tiene "el visto bueno del gobierno de la Generalitat"
Coherencia
El PP recuperó ayer la alcaldía de Xàbia, a costa de que sus ex socios de gobierno, PSPV, Bloc y CDS, pusieran sobre la mesa un sinfín de denuncias sobre diversos manejos urbanísticos como única explicación de la maniobra. La moción de censura contra el hasta ahora alcalde, el político del CDS Eduardo Monfort, que presentaron el pasado 11 de octubre PP, Ciudadanos de Jávea (CdJ) y Grupo Independiente (Gix) salió adelante sin problemas. No hubo ni indecisiones ni sorpresas de última hora. Los 14 ediles del PP, CdJ y Gix votaron a favor de la moción y de la elección como alcalde del portavoz popular hasta la fecha, Jaime Sapena.Tampoco la dimisión, el viernes, de Monfort como alcalde introdujo novedad alguna en el procedimiento. Primero, porque una renuncia sobrevenida no altera para nada la moción de censura y, segundo, porque CdJ y PP redujeron a la nada el gesto del ahora ex alcalde. Ambos partidos rechazaron la urgencia del pleno en el que ayer, una hora antes de la sesión en la que debía votarse la moción de censura, se tenía que dar cuenta de esa dimisión.
Poca talla
Más que en la justificación de la moción de censura y del nuevo pacto de gobierno suscrito por PP, CdJ y Gix, el interés del pleno residía en conocer las acusaciones urbanísticas que PSPV, Bloc y CDS descargarían sobre los populares. El ex alcalde fue, en este sentido, muy pródigo. Monfort recriminó a Sapena y al edil de Urbanismo, Vicent Ortolà, también del PP, que estuvieran en contra de la protección del paraje litoral del Portitxol y de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana. "Vosotros lo que queréis es incrementar el suelo urbanizable", denunció el ex alcalde.
Monfort, en un duro alegato, también aseveró que la oposición del PP de Xàbia al Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Montgó, redactado por la Consejería de Medio Ambiente, enlaza con el interés de una empresa, que supuestamente ya ha presentado un Programa de Actuación Integrada (PAI), para construir en una zona que está catalogada como futuro corredor biológico del parque natural.
El ex alcalde también afirmó que los populares quieren beneficiar a una empresa que ya ha presentado una propuesta para hacer un nuevo campo de golf y que, además, están bloqueando la adjudicación de un programa urbanístico en el I Muntanyar, pese a que los informes de los arquitectos y juristas municipales son favorables. Asimismo, se mostró convencido de que el nuevo gobierno municipal presionará para que se construya un nuevo puerto deportivo en la costa de Xàbia.
"En las grandes inversiones hay que buscar la clave de la moción de censura", aseguró Monfort, quien vaticinó que el nuevo gobierno municiapl abocará Xàbia "a la degeneración urbanística".
Otro frente por el que PSPV, Bloc y CDS atacaron a sus ex socios populares fue el de la planta desalinizadora. El proyecto se adjudicó el pasado mes de julio a la empresa Pridesa-Romymar con un presupuesto de 3.600 millones de pesetas. El concejal que ha llevado todas las gestiones es el portavoz del PP y nuevo alcalde de Xàbia, Jaime Sapena, que hasta ahora era el responsable municipal de Aguas.
Monfort recordó que, tras adjudicarse el proyecto, los trámites de la planta están en punto muerto. "La desaladora es el mayor fiasco de estos 15 meses", añadió el portavoz del Bloc, Vicent Chorro.
El ex primer edil le reprochó a Sapena que todavía no haya una parcela donde constuir la planta y que, además, el proyecto técnico no está aprobado ni la dirección de obra adjudicada. En la actualdiad, el suministro de agua en Xàbia no es potable y, según Chorro, el frenazo que se ha producido en los trámites previos a la construcción de la desaladora hace temer que la situación siga igual el próximo verano.
Todas estas críticas contrastaban con los argumentos que exponían los tres partidos que votaron a favor de la moción de censura. Sapena arguyó que entre PP, CdJ y Gix hay más coherencia ideológica y, por tanto, un mayor margen de maniobra para "tomar decisiones que beneficien al municipio". En el texto de la moción de censura se hacía referencia explícita a que la desaladora es el único proyecto que se salva de la falta de gestión del anterior equipo de gobierno.El nuevo alcalde también dijo que el pacto que le sustenta "tiene el visto bueno del gobierno de la Generalitat valenciana". Y ahí se agarraron los ex socios del PP para especular sobre las verdaderas intenciones de la moción de censura.
"Algunos concejales del PP pretendieron hacerme creer que no sabían nada de la moción, que venía de arriba, de Valencia, pero no me aclararon si era de Valencia Urbana [empresa constructora] o de la Valencia rural", ironizó Monfort. "Este pacto lo han urdido los promotores y especuladores", apostilló el portavoz socialista, Josep Lluís Henarejos. "El PP colecciona alcaldías al precio que sea, espero que su gula política ya esté saciada", concluyó Chorro.
Tanto el ex alcalde como sus ahora compañeros en la oposición, PSPV y Bloc, coincidieron en señalar a la concejal del PP Pepa Fuster como la verdadera artífice de la moción de censura. El portavoz del Bloc le reprobó que durante estos 15 meses de gobierno se haya dedicado a "intrigar" y el del PSPV le dijo que ha actuado como "una comisaria política" que trasladaba a sus compañeros de partido las consignas del PP de Valencia.
Quien tampoco escatimó críticas fue el portavoz del CdJ, Enrique Bas Espinós, quien atribuyó la moción de censura "a la ausencia de resultados en la gestión municipal, la sensación de desgobierno y el deterioro de la imagen de Xàbia".
Espinós también reprochó a Monfort que nunca hubiera dado la talla como alcalde y que ahora adoptara el papel de víctima. Bas Espinós remarcó que el propósito del acuerdo al que ha llegado su grupo con PP y Gix es formar un "gobierno estable, eficaz y cohesionado".Mientras tanto, el portavoz del Gix, Pere Aragonés, explicó que su compromiso con el nuevo gobierno se debe a que existe un documento de trabajo que fijará claramente los objetivos de la gestión municipal que desarrollará en adelante el equipo encabezado por Sapena.
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