El euro sigue bajo mínimos pese a los rumores de una nueva intervención

El euro se mantuvo ayer en la zona de mínimos sin que ni siquiera los rumores sobre una intervención del Banco Central Europeo (BCE) fueran capaces de revitalizarlo. Al contrario, la divisa se hundió hasta los 0,8346 dólares, muy cerca del mínimo histórico del pasado 18 de octubre (0,8326). Pese a la decisión del presidente del BCE, Wim Duisenberg, de no hablar más sobre el euro para no perjudicar a la moneda, siguen las críticas a su gestión. El economista jefe del Deutsche Bank, Norbert Walter, le ha acusado de incumplir sus funciones.

Solbes pide más reformas

En declaraciones al diario alemán Die Welt, Norbert Walter critica que Duisenberg dijera que no sería adecuada una intervención de los bancos centrales en favor del euro mientras durase la crisis en Oriente Próximo. "Al guien con tales responsabilidades que no esté siempre vigilante, no cumple con su deber", dice Walter en referencia a Duisenberg.Las declaraciones del presidente del BCE se publicaron el pasado lunes en un diario británico, algo que el banquero alemán califica de la "gota que desbordó el vaso". De forma más velada, el presidente del Bundesbank, Ernst Welteke, también se ha sumado a la oleada de críticas contra Duisenberg. En un discurso pronunciado en Münster (Alemania), Welteke abogó por una conducta "racional" ante la debilidad del euro.

El primer ministro italiano, Giuliano Amato, intentó explicar la debilidad del euro con el argumento de que "la rentabilidad de las inversiones en Estados Unidos es más alta que en Europa", si bien reconoció que existe también un problema de "respaldo político". Insistió en que los fundamentos económicos son mejores de lo que refleja la divisa europea.

En Gran Bretaña también se ha recrudecido la polémica sobre el euro. La oposición conservadora criticó ayer al primer ministro británico, Tony Blair, por haber comentado el pasado jueves en Seúl que, en las circunstancias actuales, él votaría "no" al euro. El responsable de Economía de los conservadores, Michael Portillo, dijo que Blair no mantiene una política consecuente y sostenida en relación a la moneda única, sino que opina sobre el euro en función de circunstancias más o menos coyunturales.

El debate no amaina y el euro sigue sin levantar cabeza. Ayer el BCE marcó un cambio oficial a 0,8452 dólares algo mejor que el fijado la víspera en que la divisa europea se situó en un mínimo histórico (0,8411) desde su nacimiento en enero de 1999. Respecto de la peseta, el dólar cambia casi a 197 (196,8).

En el mercado, el euro se mantuvo también en los niveles mínimos, pese a los rumores sobre una nueva intervención del BCE. A media tarde de ayer, la divisa europea se desplomó hasta los 0,8346 dólares, para recuperarse ligeramente un poco después. Este nivel no llegó a ser el mínimo histórico del pasado 18 de octubre (0,8326), pero se quedó muy cerca.

Todo ello a pesar del buen ritmo de crecimiento económico que mantiene la zona euro y, por extensión, la Unión Europea. Según el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, la riqueza de la UE crecerá este año a un ritmo del 3,5%, una décima más de lo previsto, aunque el año próximo se limitará al 3%, una décima menos. Respecto de las críticas contra el presidente del BCE, Solbes dijo estar de acuerdo con las declaraciones de Duisenberg en las que aseguraba que iba a guardar silencio para no perjudicar a la moneda europea. En cuanto al respaldo de los países, el comisario europeo dijo que se están haciendo reformas estructurales pero no "al ritmo que a mí me gustaría".

Solbes criticó al Gobierno español por haber rebajado los impuestos en los últimos años confiando en que los tipos de interés se mantendrían bajos, lo que calificó como "una apuesta muy arriesgada". Afirmó que, en consecuencia, nuestro país tendrá que hacer "esfuerzos adicionales" para rebajar la inflación.

Por otra parte, en las bolsas europeas apenas tuvo repercusiones la situación del euro, debido a los problemas que ya tienen los inversores para seguir de cerca los vaivenes de las bolsas estadounidenses. Ayer, la Bolsa de Nueva York y el mercado Nasdaq orientaban sus índices al alza poco después de la apertura, lo que influyó positivamente en los cierres de las bolsas europeas, que hasta ese momento habían sufrido importantes altibajos.

La Bolsa de Madrid recuperó el 0,81% y termina la semana con un avance del 0,56%, mientras que el Ibex 35, en pleno cierre del mercado de futuros y opciones, ganaba el 0,74%.

La Bolsa de París ganaba el 1,37% y Francfort bajaba el 0,06% poco antes del cierre. Londres se anotaba una subida del 0,92%.