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Quinta jornada de Liga

El Barça se da un festín

El conjunto azulgrana arrolla a la Real, que firma la actuación más horrenda de los últimos años

Versión de la Real: el fútbol es así y tiene estas cosas. Versión del Barcelona: el Barça es así y tiene estas cosas. Pero lo cierto es que el fútbol hace décadas que no es así, tan desigual, tan inclemente, tan atípico y tan atópico. La verdad del partido es que el Barça jugó a placer, disfrutando del balón, resucitando la belleza de otros años (aquellos del dream team, de la cantera, de Cruyff y sus feligreses) y que la Real se hundió en el túnel del tiempo y al segundo gol bajó los brazos, se entregó en los del Barcelona y se durmió.Todo fue espectacular. La carrera de Simao superando a Aranzabal para fraguar el primer gol fue todo un síntoma. Aranzabal interiorizó su inferioridad ante el extremo portugués, pero la Real le siguió a pie juntillas. En dos minutos se acomplejó, se acoquinó, bajó los brazos y decidió observar lo que ocurría. Cuenta el ex jugador del Athletic Fidel Uriarte que en su debut en primera le tocó marcar a Di Stefano y el argentino le aleccionó convenientemente: "Seguíme y aprende", le dijo el jugador argentino. La Real pensó lo mismo. A los dos minutos ya encajó un gol; a los seis, había perdido medio central (Loren fue amonestado por una durísima entrada a Rivaldo) y el Barça que seguía pisando el acalerador, sin precauciones y con la puntería afinada. No necesitaba ni a Rivaldo (muy impreciso en el pase), ni a Cocu (ausente en el espectáculo), ni a Puyol, empeñado en romper el balón cuando la tropa estaba dedicada a la sutileza.

REAL SOCIEDAD 0-BARCELONA 6

Real Sociedad: Asper; Rekarte, Corino, Pikabea (Jauregui, m. 45), Loren, Aranzabal; Khokhlov (Gabilondo, m. 52), Idiakez, Aranburu; Arif (De Paula, m. 45); Jankauskas.Barcelona: Dutruel; Pujol, Abelardo, Petit (De la Peña, m. 64), Sergi; Simao, Xavi, Cocu (De Boer, m. 59), Luis Enrique (Gabri, m. 70); Alfonso y Rivaldo. Goles: 0-1. M. 2. Simao se escapa por velocidad de Aranzabal, centra y Rivaldo, solo, marca. 0-2. M. 16. Alfonso desvía a la red, desde el área pequeña, un disparo de Luis Enrique. 0-3. M. 21. Alfonso, de disparo raso desde fuera del área. 0-4. M. 30. Rivaldo transforma un penalti de Rekarte sobre Luis Enrique. 0-5. M. 36. Luis Enrique burla el fuera de juego y pica el balón ante la salida de Asper. 0-6. M. 40. Simao recoge un pase de Rivaldo y bate al portero. Árbitro: García Aranda (Colegio madrileño). Amonestó a Loren, Idiakez y Gabri. Unos 26.000 espectadores en Anoeta. El público despidió el encuentro con aplausos a los jugadores del Barcelona y pitos contra los realistas, contra Clemente y contra el presidente de la Real, Luis Uranga.

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Pedía cariño Rivaldo y se lo dió la Real; pedía una oportunidad Alfonso y la encontró en Anoeta con un ejercicio de profundidad; buscaba minutos Luis Enrique y halló una autopista de libre circulación. Y emergió sobre todo Xavi, un futbolista acostumbrado a pegar el balón a su bota, a poseerlo y repartirlo con el criterio habitual. Y los goles cayeron con tanta belleza como estrépito. Porque el fútbol es así -de bello-, pero no es así -de fácil-. La Real era un guiñapo, un remedo de lo que quiere Javier Clemente, pero lo más parecido a lo que suelen ser los equipos de Clemente cuando se enfrentan al Barcelona: entreguistas, sin autoestima, reconociendo su inferioridad de antemano y siempre perdedores (nunca ha ganado Clemente al Barcelona). Ayer el técnico vizcaíno revivió su tarde innombrable de Bilbao cuando Stoitchkov y compañía le golearon sin piedad y anunciaron su destitución.

La Real cayó en la misma trampa: mucho respeto, mucha timidez, mucho miedo y muchos goles. El Barça se hartó de jugar y de golear y decidió apiadarse de la Real en la segunda mitad. No quiso humillar, pero su perdón (rebajó la segunda mitad a la categoría de entrenamiento) resultó más chirriante para su rival. En tales condiciones, esos indultos resultan insultantes. Tanto como el marcador. El Barça firmó un resultado histórico, pero renunció a hacer historia del escándalo.

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