Mucho trabajo por delante

La nueva responsable de la Comisión Nacional del Mercado de Valores tiene por delante mucho trabajo. El primer reto y harto difícil al que se enfrentará Valiente es acabar con la espiral de polémica que ha generado la CNMV en los últimos meses, por ser una enfermedad poco recomendable para el devenir de los mercados. Para ello deberá calmar en primer lugar a una oposición política encabritada por su nombramiento.Varios son los frentes en los que debe trabajar si quiere continuar con la labor de su antecesor, Juan Fernández-Armesto. En este sentido, tendrá que culminar el trabajo comenzado en materia de códigos éticos en el funcionameinto de las empresas, ampliar la normativa sobre transparencia en los mercados, mejorar las normas sobre utilización de autocartera por las empresas y, sobre todo, dar el impulso final a la lucha contra la información privilegiada.

A pesar del empeño que puso Fernández-Armesto en luchar contra la información privilegada, se encontró con la falta de instrumentos y normativa. En varias comparecencias públicas reclamó nuevas normas, mejores instrumentos y, sobre todo, coordinación de los legisladores. Esta coordinación no se limitaba al ámbito nacional, sino al ámbito internacional. De hecho, él siempre criticaba que en los últimos años no se había producido ninguna sanción a un inversor institucional por haber hecho uso ilegal de la información privilegiada. Y era "al novio de la secretaria" al único que multaban. La persecución del mal uso de información privilegiada es el caballo de batalla de la nueva etapa, junto una normativa para eliminar los medidas de blindaje de los consejos de las empresas para bloquear las ofertas públicas de adquisición.

Una vez que los anteriores responsables en el cargo, Juan Fernández-Armesto, y anteriormente Luis Carlos Croissier, han sentado las bases para un buen funcionamiento del mercado, a Valiente le corresponde lanzar al organismo hacia una mayores cotas de eficacia y de respeto de los inversores.