Los actores reflexionan sobre la muerte y la vida en Pradillo

La compañía La República propone a los espectadores del teatro Pradillo que reflexionen sobre la condición humana y el sentido de la vida. Pero en Réquiem, la obra que han puesto sobre su escenario, el análisis se produce desde una perspectiva algo lúgubre, la de "la muerte, la propia y la del otro; la muerte límite, la muerte vacío, la muerte que quita y da sentido, la muerte nada, la muerte ausencia", en palabras del autor y director de la obra, Fernando Renjifo. Este madrileño criado en Perú se ha inspirado algo en El mito de Sísifo, de Albert Camus, el que simboliza la condición absurda del hombre que tropieza siempre con las órdenes de los dioses (a Sísifo, hijo de Eolo, le castigaron a empujar eternamente una roca enorme hasta lo alto de una pendiente, y cada vez que la piedra llegaba a la cima volvía a caer arrastrada por su propio peso).

"Réquiem habla del absurdo, de la dificultad, la fatiga, el esfuerzo, la ausencia, el recuerdo, el paso del tiempo, la vejez, la soledad y la asombrosa capacidad del hombre para ser feliz, a pesar de su trágica condición", añade Renjifo. Y lo cuenta sobre las tablas del teatro Pradillo por boca de La República, una compañía de teatro experimental que junta actores de solera y debutantes.

Réquiem. Teatro Pradillo, de jueves a domingo, a las 21.00, hasta el 22 de octubre. Pradillo, 12 (metro Cruz del Rayo). 1.500 pesetas.