El fandango y su esencia pudieron más que Canales

Habría que estudiar y desarrollar la obra de Manuel García Matos para poder explicar con rigor la evolución que ha sufrido el folclore español a lo largo de su historia.Desde la jota aragonesa al fandango y desde la seguidilla castellana a la sevillana se oculta un interesante trabajo de investigación que está por venir. No nos cabe la menor duda de que todos hemos reparado en alguna ocasión en este vacío, pero nadie ha sido capaz de acometerlo hasta la fecha.

Por éste y otros motivos, creemos que fue acertada la decisión de la organización de la XI Bienal de dedicar uno de los días del ciclo Territorios a Huelva y sus fandangos. Evidentemente la respuesta que los onubenses han dado ante dicha oportunidad desbordó cualquier tipo de previsión. Desde Tele Onuba, con un despliegue impresionante de medios, hasta los más altos cargos políticos de dicha provincia se dieron cita en el patio más flamenco de Triana y, por descontado, de la Bienal.

De esta forma, Amparo Correa y Antonio González El Raya presentaron uno de los proyectos más elaborados y serios que se hayan podido ver en la muestra sevillana. Movilizar a prácticamente 150 artistas con un presupuesto similar al de los días precedentes es un gran mérito de la organización, si lo comparamos, por ejemplo, con el "evento" del divo Antonio Canales, que se celebró la misma noche del sábado.

Polémicas aparte, Huelva, la esencia del fandango fue un auténtico éxito en el más amplio sentido de esta palabra. Hubo buen cante, buen toque, baile e incluso momentos de pellizco, como el protagonizado por la joven Rocío Gómez, que con tan sólo nueve años le puso los vellos de punta a todos los presentes. Incluso hubo quien no pudo contenerse y gritó: "¡Olé los jóvenes!, ¡olé la savia nueva!, ¡viva la madre que te parió!". Y eso, con todos mis respetos, no se oyó ni una sola vez en las casi dos horas y media que duró el "evento" maestrante.

Desde Almonaster la Real hasta Alosno, pasando por el Andévalo, Valverde del Camino e incluso Huelva capital, todos tuvieron su lugar en esta pedagógica presentación del cante onubense por antonomasia. Aun así se echó de menos la voz de Arcángel. Pero, ¿qué se le va a hacer? Todo no se puede tener.