Tres sindicatos exigen el cierre inmediato de la antigua cárcel de Málaga

Tres sindicatos han exigido el cierre inmediato de la antigua cárcel de Málaga, donde están ingresados los reclusos que sólo duermen en la prisión, porque entienden que sus condiciones "tercermundistas" conculcan el derecho a la vida y a la dignidad de los internos, a la vez que suponen un riesgo para los trabajadores. CC OO, Acaip y CSIF anunciaron que denunciarán la situación de las instalaciones ante el juzgado de Vigilancia Penitenciaria, el Defensor del Pueblo y la Inspección de Trabajo.

Humedad y agujeros

La queja de las centrales sindicales se produjo tras conocerse la condena a un funcionario del centro de un año de cárcel por la muerte de un preso durante un arresto de fin de semana por falta de insulina. Aunque el fallo considera que Francisco M. S. cometió un delito de homicidio imprudente, los sindicatos sostienen que el trabajador ha sido "cabeza de turco" de una situación de precariedad -tanto de estructura como de personal- que la administración penitenciaria no resuelve desde que en 1992 se abrió la nueva prisión provincial en Alhaurín de la Torre y las antiguas dependencias se dejaron únicamente para los internos de régimen abierto.Las tres organizaciones denunciaron que en esas instalaciones hay sólo dos funcionarios para una media de 150 reclusos -cifra que los sábados y domingos se eleva hasta los 200 por los arrestos de fin de semana- y que no existe un servicio médico permanente pese a que buena parte de la población reclusa padece enfermedades o drogodependencias. Los sindicalistas precisaron incluso que cuando se produjo la muerte del interno por el que ha sido condenado el funcionario sólo había un trabajador a cargo de toda la sección abierta.

Grietas, humedad, suelos con agujeros y techumbres que se caen fue la descripción que los dirigentes hicieron del antiguo edificio, por cuyos terrenos existe un litigio entre el Ministerio del Defensa y el Ayuntamiento de Málaga. "No estamos dispuestos a seguir asumiendo la pasividad y la negación de responsabilidades de la administración penitenciaria y que por juegos políticos sobre los terrenos no se mejoren las infraestructuras", se quejó Chema López, de CC OO. Los sindicatos reclamaron además la inmediata construcción del centro de integración social, que sustituirá al edificio de la antigua cárcel y cuyas obras no comenzarán hasta dentro de cinco años. Según las previsiones, las instalaciones darán cabida a un centenar de reclusos, una cifra que los representantes de los trabajadores consideran insuficiente, porque en la actualidad durante los fines de semana ya se duplica esa cifra.Juan Carlos Blanco, de CSIF, justificó la radicalización de la postura sindical en que la Administración "obvia sus responsabilidades y la pasa a los funcionarios", en alusión a la sentencia. Los dirigentes aclararon que están dispuestos a dialogar con Instituciones Penitenciaras sólo con un compromiso que establezca fechas concretas para la construcción del centro que en el futuro albergará a la sección abierta.