Indignación
Escribo profundamente indignada por la carta publicada en su sección Madrid firmada por Pedro Alfonso Delgado Iglesias bajo el título ¿Colegios o aparcamientos?Precisamente, este señor toca un tema que, tanto a mí como a muchos padres de mi alrededor, nos está afectando y no conseguimos solucionar. Le puedo contar que en mi caso, como en el de la mayoría de padres de mi zona, me preocupé de encontrar el mejor centro y de ver sus instalaciones, pero... sólo nos dieron plaza en otro colegio, y a aquél me dirigí para comprobar in situ la calidad del mismo.
Antes de las vacaciones de verano fue imposible que nadie nos diera información alguna. A comienzos de septiembre me personé de nuevo en el colegio y hablé con el director. Para empezar, y como bien sabrá el señor Delgado, en los colegios públicos no hay clase por las tardes durante este mes, a diferencia de los colegios privados, que, además, han comenzado antes. El viernes 15, a pesar de ser lectivo, tampoco hubo servicio de comedor. Hoy, día 18, nos han convocado a una reunión ¡a la una de la tarde! ¿Quiere saber el señor Delgado dónde estaba yo a esa hora? Aquí, en mi empresa, trabajando, como es mi obligación.
El problema no es de falta de interés de los padres, en absoluto; el problema es que los colegios están desorganizados al estilo de hace 25 años, cuando pocas mujeres se habían incorporado al mercado laboral.
La realidad, ahora, es otra: hace falta que las instituciones se adapten a la realidad actual. Y esto no tiene nada que ver con que alguien cuide de nuestros hijos, no; esto pasa por cumplir con la responsabilidad laboral y con la responsabilidad escolar, pero combinando ambos horarios, con reuniones programadas para poder cumplir ambos objetivos.-
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