Rezar no fue suficiente
López Vázquez y De la Plaza, descalificados a pesar de un padrenuestro y dos avemarías
Los rezos fueron el último recurso manejado por los regatistas españoles Santiago López Vázquez y Javier de la Plaza para intentar evitar la desafortunada descalificación, por salida prematura, en la décima regata de los Juegos Olímpicos. Al final tuvieron que conformarse con la cuarta posición en la clase 49er.Los regatistas del Real Club Marítimo de Santander, que debutaban en una nueva competición olímpica, compitieron magistralmente y solamente fallaron en esa ocasión "Fue un problema de aceleración y probablemente es el único error que hemos cometido durante estos Juegos. Cuando se produjo la llamada individual, sabíamos que podía ser para nosotros, pero continuamos compitiendo y terminamos segundos. Antes de cruzar la línea de llegada mi tripulante me sugirió rezar un padrenuestro y yo ya había rezado hasta dos avemarías. Al llegar nos notificaron que habíamos cruzado la línea de salida antes de tiempo", comentaba el patrón, Santiago López Vazquez.
Esta es la historia reciente de unos regatistas que empezaron a navegar sin más recursos que los que podían ir consiguiendo por sus medios. "En casa somos ocho hermanos y cuando empecé a navegar mis padres no tenían dinero para comprarme un barco y utilizaba uno que estaba abandonado. Siempre que volvía de navegar estaba acojonado por si venía el propietario", confiesa Santiago López Vázquez.
A pesar de ese frío resultado final, la tripulación española se mostraba muy satisfecha del puesto conseguido. "Hemos dado lo mejor de nosotros mismos, hemos luchado hasta el final y nunca nos hemos dado per vencidos", afirmaron.
Tanto a Santiago como a Javier les gustaría continuar navegando hasta los próximos Juegos Olímpicos de Atenas 2004, pero están pendientes de las ayudas que puedan recibir. "Yo tengo 29 años y mi tripulante Javier cumplirá 27 en octubre. Me encanta navegar, me lo pasó muy bien, pero del aire no se vive", señaló Santiago, que es licenciado en Telecomunicaciones.
Las descalificaciones se han convertido en el pecado de las tripulaciones españolas. José María Van der Ploeg y Rafael Trujillo han perdido el liderato de la clase Star por una protesta de la embarcación de Bermudas, a la que cerraron el paso.
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