Osasuna y Rayo se reparten puntos, emociones y altibajos

Partido de emociones y altibajos el que brindaron en la tarde de ayer Osasuna y Rayo. Por Pamplona se pretendía que el Rayo podía ser uno de los equipos a los que podía morder el Osasuna y el equipo navarro no acabó con la yugular rota por muy poco. Pero tampoco hubiera sido justo. El Osasuna comenzó echándole pecho y sudor al partido, mientras que el Rayo oponía una colocación sobre el terreno muy competente, una defensa expeditiva y algunas contras con indudable peligro.Y en ésas estaban ambos equipos cuando un balón cayó en las inmediaciones de Lopetegui, y después de un pequeño lío, Sabino logró enviarlo dentro. Osasuna estrenaba su casillero en El Sadar esta temporada y la historia no le gustó nada al equipo de Juan de Ramos, que a partir de ese momento se hizo el amo del encuentro. Entre el nerviosismo, que brilló en exceso en la línea defensiva osasunista, incluido esta vez el propio Nuno, empezaron a llegar las ocasiones y el gol del empate no se hizo esperar. Ya en el segundo tiempo, Bolo fabricó un pase perfecto a Quevedo que acabó en penalti. A partir de ese momento volvió a aparecer el corazón del equipo navarro, con un Alfredo impresionante, y Armentano hizo justicia al encuentro.