España tiembla otra vez

España volvió a tener contra las cuerdas a Suecia, el conjunto que mejor muestra la belleza del balonmano, y volvió a perder la serenidad y el partido en los últimos minutos. Es decir, se cumplió una negra tradición que cuestiona las posibilidades reales de un gran equipo que, tras finalizar en el tercer puesto, tendrá a Alemania como rival en el partido a vida o muerte de cuartos de final será Alemania ( el martes). Juan de Dios Román, el entrenador español, se quejó con dureza del arbitraje, lo que también forma parte de la tradición.El primer cuarto de hora español fue magnífico (9-4). Pero luego comenzó la exhibición de los maestros suecos, y en especial la del impresionante Lovgren, un tipo que da la sensación de poseer todos los secretos de la estrategia, de saber siempre cuál es la mejor jugada. Gracias a sus pases de fantasía y a la enorme calidad de sus extremos, Suecia aprovecha al máximo la anchura del campo.

El partido se fue haciendo bronco -15 exclusiones por dos minutos- y los españoles fueron perdiendo el tono, hasta que todo empezó a ir mal. El arrojo de Masip, la mejoría de Barrufet en la portería y algunas genialidades sueltas de Duishebáiev permitieron una reacción para lograr el 25-25, a falta de cinco minutos. Pero España, que no gana a Suecia en partido oficial desde 1996, volvió a perder.