"Nuestro candidato no debe provocar el rechazo de la derecha moderada"

Ignacio Díaz, de 49 años, secretario de organización de la Federación Socialista Madrileña (FSM), habla muy bajo, pero lo hace de una manera muy clara, sobre el futuro del partido y sobre el candidato más idóneo como próximo secretario general del PSOE madrileño. "Nací en una estación de tren [en Aranjuez]. Soy además ferroviario de profesión y nunca he ejercido de diplomático. Simplemente digo lo que pienso, y eso me trae problemas. Pero no me importa", aclara. Encabeza a los Renovadores de la Base, sector que agrupa a militantes que hasta hace muy poco carecían de cargos públicos relevantes y el único de la FSM que apoyó a José Luis Rodríguez Zapatero en el pasado congreso federal. Su fuerza será clave en el próximo congreso regional.Pregunta. Eso de ser renovador de la base, ¿qué significa?

Respuesta. Los renovadores de la base se disolvieron como tales cuando acabó el 35º Congreso [donde se eligió a Rodríguez Zapatero]. Ahora estamos en la formación de la nueva vía federal, pero la gente sigue estando ahí.

P. Entonces, ¿quiénes son ustedes ahora mismo?

R. Somos una parte de la mayoría federal del partido.

P. ¿Existe algún acuerdo con otros sectores socialistas en Madrid para construir en la FSM esa misma nueva mayoría de la que habla?

R. Hay una trayectoria que se inició hace un año o dos y que intenta hacer converger a una parte importante de la federación.

P. No le entiendo. ¿Existe o no un acuerdo con los guerristas para formar una nueva mayoría?

R. Hay un acuerdo con los guerristas y con la gente que apoyó a José Bono [candidato derrotado en el 35º Congreso]. Hay un acuerdo con ambos para formar una mayoría estable para un proyecto común.

P. Y ese acuerdo, ¿qué incluye?

R. Aún no se ha concretado, pero va por buen camino.

P. Pero con los guerristas la sintonía es completa...

R. ¿Existen los guerristas después del 35º Congreso? Allí se acabó una etapa. La renovación también se ha acabado, porque la renovación ya se ha hecho. ¿Puede seguir existiendo entonces el guerrismo, cuando es una cosa del pasado?

P. Entonces, si ya no existen ni guerristas ni renovadores, ¿con quiénes han pactado?

R. Con los antiguos guerristas y con los que apoyaron a Bono.

P. ¿Han acordado ustedes tener, pues, un candidato común?R. No. Lo único que hay en este momento es una voluntad de ir juntos en este proceso. No es que haya un pacto cerrado, si se le quiere llamar pacto, sino la voluntad de representar a un 80% de la federación.

P. ¿Ochenta por ciento? ¿Y quién queda fuera?

R. Siempre hay alguien que no está. Es gente que anda suelta por ahí.

P. ¿Y no es contradictorio que los renovadores de la base pacten con los mismos que siempre han mandado en el partido?

R. Todo tiene matices. Somos renovadores de la base y nos hemos apartado de Joaquín Leguina [ex presidente de la Comunidad], de los viejos del lugar, pero de Leguina en particular, porque entra en contradicciones. Dice una cosa y hace otra. Llega un momento en que dices: se acabó el tema.

P. ¿A qué se refiere?

R. A su discurso: es renovador, pero su posición es de yo sigo.

P. ¿Con Jaime Lissavetzky, actual secretario general, hay más puntos de acuerdo?

R. Hay mejor sintonía que con Leguina. Pero hablar de Jaime no tiene mucho sentido, porque se va a pasar al Congreso y va a dejar un poco esto.

P. Pero ¿esa voluntad de ir juntos con otras familias al congreso regional dejaría a Lissavetzky fuera del reparto?

R. Habrá que verlo. La voluntad es que Lissavetzky, si decide pasar a otro plano, pase en la mejor de las condiciones posibles.

P. El guerrista Rafael Simancas, concejal del Ayuntamiento de Madrid, quiere optar a ser el próximo secretario general. ¿Tiene apoyos?

R. Creo que la mayoría del sector guerrista no apoya a nadie en concreto. No tienen candidato.

P. Luego Simancas está solo.

R. Él se ha propuesto. Es uno de los que se irán proponiendo en días sucesivos. Pero a Simancas no lo han propuesto los guerristas.

P. Hay otros nombres. Por ejemplo, Antonio Carmona, diputado regional.

R. No es un candidato que tenga posibilidades.

P. Pedro Castro, alcalde de Getafe.

R. Es buen amigo mío.

P. José Quintana, regidor de Fuenlabrada.

R. Es un hombre con fuerza y con prestigio. Podría ser un buen secretario general, aunque a mí no me lo parece.

P. Juan Barranco.

R. Es buen amigo, y de los amigos es difícil hablar. Pero los tiempos que corren, cuando buscamos la paz interna, no parecen los más idóneos.

P. Arturo Gonzalo Aizpiri, ex director general de la Agencia de Medio Ambiente.

R. Se parece bastante a lo que la gente entiende de Rodríguez Zapatero, en el sentido de lo guapo y esas cosas, pero le falta la experiencia de Zapatero.

P. ¿Me falta alguno?

R. Eduardo Tamayo [renovador de la base], que es el nuestro. (Ríe). Creo que sería un buen secretario general, pero no buscamos tanto personas como un proyecto.

P. Ustedes apoyaron a Fernando Morán en las municipales como candidato a alcalde, y ganó.

R. No. Nosotros no apostábamos ni por Fernando Morán ni por Joaquín Leguina. Había dos candidatos y votamos a uno de ellos. Pero no era nuestro hombre.

P. ¿Y por qué no presentaron uno propio?

R. Porque lo hubiésemos quemado.

P. ¿Me dice su nombre?

R. No es bueno que salga.

P. ¿Cree que Morán colma las expectativas depositadas en él por el PSOE?

R. Fue un buen candidato en su momento, pero, al no salir alcalde, la situación cambió...

P. ¿Tendría que dejarlo?

R. (Duda). No soy yo quien tiene que decir si debe hacerlo.

P. Ustedes apoyaron a Rodríguez Zapatero hace dos meses, y ganaron. ¿Son los representantes de Zapatero en Madrid?

R. No soy representante de nadie.

P. ¿Entonces quién lo es?

R. Ningún sector representa a Zapatero en Madrid, pero, de haber alguien, seríamos nosotros. El hecho es que Rodríguez Zapatero me dice que hay que hacer algo en Madrid o que cuenta conmigo, pero lo decide él.

P. ¿Con usted habla y le pregunta: Ignacio, qué hacemos, cómo lo ves?

R. Hasta mi secretaria es la secretaria de Rodríguez Zapatero en el Congreso.

P. ¿Cómo es el perfil del próximo secretario general? ¿Debe tener entre 30 y 40 años?

R. El problema del nuevo secretario no debe ser su edad, sino saber ajustarse al proyecto que tenemos para Madrid. Hay dos tipos de candidatos: el gran líder social, que sería el candidato a la Comunidad Autónoma de Madrid o a la alcaldía, y el que agrupa a un equipo. Este modelo me gusta más. Un secretario podría ser una persona que aglutinase o movilizase al partido cuando hiciese falta. Hay que elegir entre estos dos modelos.

P. Perfílelo un poco más. ¿Joven, fotogénico, guerrista, diputado, concejal...?

R. El ideal sería el que conectase bien con la izquierda social y que no provocase rechazo en los sectores más moderados de la derecha. Puede estar dentro del partido o ser próximo a él.

P. ¿Alguien que no fuese del PSOE?

R. Sí. En la sociedad hay muchísimas más personas que no están afiliadas que afiliadas.

P. ¿Está definiendo a Cristina Almeida?

R. No. Yo aposté por Almeida como candidata a la Comunidad porque me lo dijo Ciprià Ciscar [ex secretario de organización], pero el resultado fue que el partido de Madrid se fraccionó en dos. Hay que superarlo.

P. ¿Es ésta la última oportunidad de la FSM para auparse a las principales instituciones de Madrid en un tiempo corto? Si los renovadores pierden, ¿volverán los anteriores dirigentes?

R. Los tiempos pasan y pasan. Aquí se ha hecho la renovación. Se podrá acertar más o menos, pero, aun en el supuesto caso de fallar, el problema sería hacer más renovación, no la marcha atrás.