Méndez tilda de "pésimos" los datos del IPC y pide la revisión de los salarios
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, calificó ayer en Valencia de "dato pésimo" la subida del 0,4% del Índice de Precios al Consumo (IPC) del mes de agosto. Esta nueva subida sitúa la tasa de inflación interanual en la Comunidad en el 3,6%, porcentaje similar a la media española, y la tasa acumulada en el 2,9%. Méndez recordó que la subida del IPC incide en el precio de los carburantes, una situación a la que el Gobierno español todavía no ha sabido dar respuesta. Esta subida, explicó, influye en los abusos que se producen en las contrataciones del sector servicios, por lo que pidió soluciones para liberalizar y abrir la competencia. Méndez calculó que el IPC puede quedar situado cerca del 3,5% a finales de año, frente a las previsiones del Gobierno del 2%.
El secretario general de UGT pidió una revisión "al alza" de los salarios de los dos millones de trabajadores de la Función Pública, que este año están sufriendo una disminución de su poder adquisitivo. Asimismo, insistió, el escenario presupuestario barajado por el Gobierno "ya no se tiene en pie" y solicitó revisar la previsión inflacionista de 2000 y el escenario presupuestario para el próximo año. UGT, insistió Méndez, defenderá la cláusula de revisión salarial para el año 2001, un salario mínimo de 95.000 pesetas en todos los convenios y la mejora del poder adquisitivo de los trabajadores, sobre previsiones "realistas" de la inflación.
A las críticas por la nueva subida del IPC también se sumó el sindicato CC OO, que mostró su preocupación por la "pasividad" del Gobierno ante la escalada de los precios. Según el sindicato, la inflación de agosto demuestra que el sector hotelero continúa incrementando unos beneficios que no se traducen en la mejora de la "extrema precariedad " en las contrataciones. El sindicato solicitó una universalización de las cláusulas de revisión salarial y recordó que en la actualidad más de 180.000 trabajadores valencianos carecen de las mismas y reciben incrementos inferiores al 2,8%.
Rafael Ferrando, presidente de Cierval, también tildó de "preocupante" la subida del IPC que aleja la media española de la comunitaria. Ferrando atribuyó una "importante responsabilidad" al sector turístico y pidió medidas de contención.
Por su parte, la directora general de Economía, María Bonilla, señaló que para controlar la inflación será preciso unir las medidas del Gobierno a una política dirigida a "conseguir superávit presupuestario, que sin duda se alcanzará en el 2001" y beneficiará la contención del IPC. Bonilla recordó que la subida de los precios turísticos y de los alimentos ha contribuido, como cada año, al incremento del IPC en agosto.
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