El canal 'desempolva' el proyecto de dos nuevas presas fuera de la región para abastecer Madrid

El presidente del Canal de Isabel II y consejero de Justicia, Carlos Mayor Oreja, ve con buenos ojos la construcción de dos nuevos pantanos fuera de los límites de la Comunidad (en Guadalajara y Ávila) para asegurar el abastecimiento de la región, tal y como propone el Plan Hidrológico Nacional. La construcción de estos dos nuevos embalses, situados sobre los ríos Sorbe y Alberche, cuenta con el "rechazo absoluto" de las asociaciones ecologistas, que recuerdan que Mayor Oreja, cuando era consejero de Medio Ambiente (hasta junio), se opuso a los embalses por los daños ecológicos que provocarían.

Una presa sin agua

El presidente del Canal de Isabel II matiza que sólo daría ahora el visto bueno a estas presas si "su construcción fuese compatible con el medio ambiente". Pero a los ecologistas sus palabras les suenan a justificación. "Está claro que ha cambiado de opinión, ahora que es consejero de Justicia. Por eso", indica Santiago Martín Barajas, portavoz de Ecologistas en Acción, "lo mejor es que el Canal de Isabel II vuelva a la Consejería de Medio Ambiente, donde parece que este organismo público aumenta su sensibilidad medioambiental".La construcción de los embalses de la Venta del Obispo (sobre el Alberche, en Ávila) y del Pozo de los Ramos (en el Sorbe, Guadalajara) no es la primera vez que es planteada por el Ministerio de Fomento y por la Comunidad de Madrid. El Canal de Isabel II, durante la presidencia de Antonio Beteta, ya reclamó su construcción en 1997 y 1998. Pero la oposición de los ecologistas y de la Junta de Castilla-La Mancha devolvió la idea al cajón de los proyectos.

En 1997, el Gobierno castellano-manchego rechazó que se levantase sobre el río Sorbe la presa de la Venta del Obispo (140 hectómetros de capacidad), que el Plan de Estrategia Territorial del Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón proponía para abastecer Madrid. Castilla-La Mancha hizo hincapié en el impacto ambiental de la obra -la presa anegaría valles de frondosos bosques- y dejaría sin recursos hídricos suficientes a la provincia de Guadalajara, que se abastece principalmente de este río. El Ejecutivo castellano-manchego impuso, como condiciones para apoyar el embalse, que se redujese la capacidad final de la presa (a 70 hectómetros) y que se asegurase el suministro de la provincia castellana. Un segundo pantano sobre el Jarama, también incluido en el Plan de Estrategia, el embalse de Matallana, quedaba totalmente descartado porque en 1995 no logró la necesaria declaración de impacto ambiental favorable.

En cuanto al pantano de la Venta del Obispo, los ecologistas se opusieron también porque su construcción anegaría unas 600 hectáreas de la vega del Alberche. Ecologistas en Acción recordó que ese río lleva poco más de 400 hectómetros cúbicos del agua al año y que los actuales embalses de El Burguillo, San Juan, Picadas y Cazalegas tienen una capacidad de 391 hectómetros.

Por tanto, según las asociaciones de defensa de la naturaleza, aunque se construyese un nuevo pantano de 150 hectómetros cúbicos (el de la Venta del Obispo), éste no podría acumular jamás más de 20. "Sería construir un embalse para no llenarlo nunca", dicen. "No es la primera vez que ocurre. En La Mancha existe un embalse llamado Finisterre que jamás ha recogido agua", indican.Los ecologistas añaden que las reservas hidrográficas de Madrid superan los 1.000 hectómetros (800 de los pantanos, 100 de los trasvases y 75 de las aguas subterráneas), por lo que la región tiene agua suficiente para soportar dos años de sequía consecutivos.

Fuentes del Canal de Isabel II reconocen que la construcción de estos dos nuevos embalses fuera de la región, dadas las actuales reservas, "no es indispensable, pero tampoco es descabellada". "Tenemos reservas suficientes para épocas de sequía, gracias a los embalses, los pozos y los trasvases, pero nunca se sabe cuánto podría prolongarse una etapa de falta de lluvias. Que hasta ahora nunca haya ocurrido no significa que no pueda ocurrir nunca", señalan desde este organismo público.

Martín Barajas asegura que los actuales gestores del Canal de Isabel II, en la anterior legislatura máximos responsables de la Consejería de Medio Ambiente, "han cambiado de bando". "Carlos Mayor Oreja, cuando era consejero de Medio Ambinete, nos pidió un informe sobre los daños ecológicos que estos embalses causarían. Poco después anunció públicamente que Medio Ambiente se oponía a ellos y los proyectos quedaron aparcados por el Gobierno regional. Ahora, no parece lógico que Mayor Oreja apoye su construcción".

Los ecologistas pedirán al actual resonsable de Medio Ambiente, Pedro Calvo Poch, que se oponga a los nuevos embalses.