Los Lagos, vuelve la historia

La Vuelta retoma el pulso. Tras cinco días anodinos, la carrera busca a su líder definitivo. Asturias será el punto de encuentro, con parajes de alto interés no sólo turístico sino también deportivo. Hoy, los Lagos de Covadonga. El martes, el Angliru. La historia frente (o junto) a la modernidad. La ascensión de hoy se ha escrito en los últimos años por Tonkov, Jalabert, Rincón, Delgado, Herrera, Pino... La etapa de los Lagos nunca la gana un cualquiera. Y no se retira cualquiera. Allí, en 1996, sin siquiera llegar a la subida, cuando pasaba junto a su hotel, se apeó Induráin de la bicicleta y nunca más se volvió a subir.El mito y el currículo compite, o comparte itinerario, con un puerto incomparable y escalofriante, con sólo el Chava Jiménez como referencia, el Angliru. Este año, por fin, se podrán comparar o, ya que las comparaciones resultan odiosas, disfrutarlos.

¿Cuál es más temido por los ciclistas? El Angliru, sin duda. Las rampas del 23,6% inspiran terror, sobre todo a quienes no lo conocen. Sin embargo, los Lagos son especiales para los corredores locales. Chechu Rubiera, asturiano, siente un atractivo singular por Covadonga, e incluso tiene una teoría sobre lo que ocurrirá allí, que difiere de la opinión general: "Como dice Rominger, los Lagos pueden abrir más diferencias que el Angliru porque habrá un cambio de ritmo a pie de puerto que puede hacer daño a Casero. El Angliru, como se sube a seis kilómetros por hora, igual no tiene tantas".

Los demás corredores no hacen caso. Miran más al libro de ruta. Y ven que las cuestas del Angliru no las conocen otros puertos en el mundo, y que los Lagos carecen de un recorrido previo que pueda endurecer la etapa. Pavel Tonkov, el último ganador en los Lagos, en 1997, cree que esto influirá. "No hay dificultades hasta llegar al santuario de Covadonga. Es una etapa corta, sin puertos. No es igual a la que yo gané. Habrá muchos ataques, pero las diferencias serán menores".

Lo mismo que el líder del Mapei, residente en España, opinan otros corredores que a diferencia de él nunca han subido ninguno de los dos puertos. Carlos Sastre, el líder de la montaña del ONCE, sólo los conoce por la televisión. Igual que Eladio Jiménez, el escalador del Banesto. Los dos se inclinan por el Angliru, y se asustan sólo de pensar en el día en que deberán ascenderlo.

Sin embargo, a los Lagos los contempla la historia. Recuperados para el ciclismo después de dos años y tras sortear los problemas que causaba acceder a un lugar protegido, vuelven las cuestas del 12% en La Huesera, los 12 kilómetros de ascensión, y la llegada reservada para un corredor que engrosará un historial del que, de momento, carece el puerto vecino.