España resistió 20 minutos de primer nivel al 'Dream Team'

La selección española alimentó sus esperanzas de estar a la altura de los mejores en el torneo olímpico de baloncesto con veinte minutos de primer nivel ante el Dream Team en el Torneo de Tokio, aunque la respuesta de los estadounidenses en la segunda parte también dejó claro que España tendrá que vaciarse sobre las pistas australianas si quiere conseguirlo.Los casi 22.000 espectadores que se congregaron en el grandioso pabellón Saitama Super Arena confiados en asistir a una exhibición del equipo de EE UU tuvieron que esperar medio partido para presenciar a las estrellas de la NBA en pleno esplendor. Durante el otro medio, los hombres de Lolo Sainz defendieron con orgullo su condición de subcampeones europeos y ratificaron que, si las cosas les van bien, son claros aspirantes al podio de Sydney.

A pesar de las dificultades que España encontró para subir el balón al inicio del choque, la igualdad del resultado mediada la primera mitad y la presencia de Alberto Herreros y Roberto Dueñas en el cinco titular, que confirmaba la recuperación física de ambos, insufló ánimos en la selección nacional. La fortaleza de Alfonso Reyes debajo de los aros era una de las claves. Siete puntos del pívot estudiantil en trece minutos mantenían el marcador dentro de márgenes más que aceptables teniendo en cuenta la entidad del colectivo que maneja Rudy Tomjanovich (20-29), pero la reacción americana tenía que llegar antes o después. Allan Houston, con ocho puntos consecutivos, y Tim Hardaway, que añadió un triple a la racha del alero de los Knicks, afilaron las uñas del Dream Team al filo del descanso, que interrumpió el esfuerzo español con sólo once puntos de diferencia (34-45).

La segunda parte cambió el decorado por completo. El factor que desencadenó el cambió llegó desde la defensa estadounidense. Los profesionales de Tomjanovich empezaron a dejarse las piernas sobre el parqué y asfixiaron a España, que en cuatro minutos encajó un parcial de 1-14 y en diez sólo pudo anotar dos tiros libres. Una vez asegurado el orgullo con una ventaja por encima de los treinta puntos (44-76), los estadounidenses hicieron las concesiones de rigor al espectáculo y España lo aprovechó para dulcificar el resultado a golpe de triple.