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La victoria de Higuero y la lesión de Díaz aumenta el enredo en el 1.500

Santiago Segurola

Por si faltaron más argumentos para el enredo que supone la elección de los tres atletas españoles de 1.500 para Sydney, Juan Carlos Higuero presentó legitimamente su candidatura frente a Andrés Díaz, Reyes Estévez y José Antonio Redolat. Se pensaba que la renuncia de Cacho aliviaría el trabajo a los seleccionadores. Pero lejos de ello, el problema se ha multiplicado. Higuero, un atleta de 22 años que fue tercero en la prueba de 5.000 metros en los Europeos junior de 1997, ganó el título de campeón en una carrera que mueve a la desesperanza. Andrés Díaz se retiró poco después de los 800 metros con un fuerte dolor en el tendón de Aquiles; Estévez confirmó los peores presagios con una mediocre actuación; Redolat se vio superado con facilidad por Higuero en la recta final. El mediofondo, espinazo tradicional del atletismo español, se encuentra ahora en una situación muy delicada, muy lejos de las expectativas que se crearon tras el Mundial de Sevilla.Para el gran público, Higuero es un desconocido. Apenas comienza a perfilarse como un mediofondista de gran futuro. Pero no le falta descaro y una punta muy interesante de velocidad en los últimos 200 metros. Se tiene fe y no lo oculta. "El seleccionador se tendrá que ganar ahora el papel de seleccionador", dijo instantes después de su victoria. Con los datos en la mano, Higuero tiene todo el derecho a pedir sitio en el equipo. Tiene la mínima exigida para acudir a Sydney y es campeón de España. Eso debería interpretarse como una elección automática. El problema es que Estévez es fijo por su condición de subcampeón Mundial, con una mejor marca personal inferior a 3.31. Andrés Díaz ha bajado esta temporada de 3.32, lo mismo que José Antonio Redolat.

La mejor marca de Higuero está a cinco segundos de los registros de Díaz y Redolat. Pero eso no contaba ayer en Montjuïc. En una carrera que le iba de perlas, el joven atleta castellano apenas tuvo dificultades para ganar. La prueba comenzó con un ritmo lentísimo. El primer 400 se pasó en 1.02.19 mintos. Al trotecito. Justo entonces, Andrés Díaz comenzó a elevar las revoluciones, como le gusta. Pasó en primera posición por los 800 metros (1.59.67), con Redolat y Estévez detrás suyo. Parecía una carrera perfecta para los tres. Pero Díaz se detuvo. Se echó la mano a la pierna y se retiró. "Llevó mucho tiempo con problemas en el tendón. En la recta contraria a la principal soplaba mucho viento en contra, lo que me obligó a forzar para pegar el tirón. Me resentí y decidí retirarme. No quería poner en peligro mi participación en Sydney".

Redolat se vio obligado a encabezar la carrera durante 500 metros y Estévez volvía a ofrecer los peores síntomas. El ataque final de Higuero fue excesivo para todos.

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