Las mútiples opciones de la vela ligera

La vela ligera ofrece numerosas opciones y especialidades. En los últimos tiempos, como el golf, se ha popularizado, aunque continúa sin ser un deporte barato. En verano proliferan las escuelas que nos introducen en la navegación con pequeñas embarcaciones para las que no se requiere tanta fuerza como en el windsurf, una modalidad que goza de más practicantes entre los adolescentes. En España, la vela ha sido uno de deportes que más éxitos ha dado. En las olimpiadas de Moscú (1980) Alejandro Abascal y Miguel Noguer consiguieron la primera medalla de oro de la vela española. Luego llegarían ocho oros y una plata más.En las costas españolas uno de las embarcaciones más habituales es el catamarán, también olímpico (clase tornado). Este barco resulta uno de los más atractivos para iniciarse en la vela por sus prestaciones. Los catamaranes se distinguen fácilmente por sus dos cascos paralelos; son tripulados por dos personas y tienen una eslora de unos tres metros. Es una de las opciones preferidas por la gente que busca diversión y contacto con el mar. Otro de los barcos que cuenta con más aceptación es el 470, una embarcación con más eslora (4,7 metros) que el catamarán. El oro olímpico logrado por Theresa Zabell y Begoña Vía-Dufresne en el Atlanta sirvió para popularizar más este tipo de barco. El 470 es utilizado para fines recreativos por más de 30.000 personas en 42 países.

Pero la oferta de vela ligera no se reduce al windsurf, al catamarán y al 470. En la mayoría de clubes náuticos se disputan competiciones de pequeñas embarcaciones como el Finn o la clase Europa, otras dos modalidades olímpicas. Ambos barcos son tripulados por una persona y su manejo resulta espectacular.