EN LA PIEL DE CARMEN
Llevan la esencia de la danza en las venas y cada vez que salen a escena asombran y emocionan al público con su virtuosismo técnico y su calidez expresiva. Lorna Feijóo, Alihaydée Carreño y Galina Álvarez, estrellas femeninas del Ballet Nacional de Cuba, llegan a Madrid dispuestas a medir su talento dando vida a Carmen, uno de los personajes emblemáticos de la mítica Alicia Alonso. El ballet inspirado en la célebre ópera de Georges Bizet es uno de los títulos que la compañía cubana presenta en los cuatro programas diferentes que ofrece del 16 de agosto al 10 de septiembre en el teatro Albéniz de Madrid.Para los amantes del ballet, hablar de Carmen es hablar de Alicia Alonso. La legendaria estrella de la danza clásica, que lleva más de cinco décadas al frente del Ballet de Cuba, paseó por todo el mundo su fascinante interpretación de la sensual gitana creada por Mérimé, en una coreografía de Alberto Alonso con música de la ópera homónina de Bizet arreglada por el compositor ruso Rodion Schredin. La pieza, estrenada en 1967, primero en el Teatro Bolshoi de Moscú y meses después en el Gran Teatro de La Habana, vuelve a encadilar a los balletómanos en una reposición que podrá verse en Madrid del 23 al 27 de agosto.
"Bailar esta obra es un reto muy grande que afrontamos con orgullo y pasión", asegura Lorna Feijóo. "Alicia Alonso ha sido un mito que ha marcado con su genio este personaje y su huella es imborrable. Seguimos su ejemplo pero los espectadores verán ahora otra Carmen en la que mostramos nuestra personalidad y nuestro propio temperamento".
Las tres jóvenes estrellas de la compañía cubana, que conocen la versión de Alonso a través del vídeo, se han empapado del mito de Carmen leyendo la novela de Mérimée y viendo diferentes versiones de la famosa ópera de Bizet. Con este bagaje, salen a escena dispuestas a mostrar su propia visión del personaje. "Veo a Carmen ante todo como una mujer sin prejuicios, seductora y sensual, que quiere conseguir lo que cree que está bien", explica Galina Álvarez, que desde niña soñaba con bailar esta obra.
La puesta en escena del Ballet de Cuba potencia la personalidad rebelde de Carmen y su enfrentamiento con una sociedad que no acepta su libertad, marcado por la debilidad de Don José, el autoritarismo de Zúñiga, y la arrogancia de Escamillo. "Cuando pienso en Carmen pienso en Alicia Alonso. No pudimos verla en escena pero sus vídeos son un patrón y una guía que ilustra su prodigiosa expresividad y su virtuosismo técnico, que son las bases del estilo de la escuela cubana", dice Alihaydée Carreño, asegurando que no existen celos entre las figuras de la compañía. "No hay rivalidad porque nuestros estilos y nuestra personalidad son diferentes".
A pesar del agotador ritmo de trabajo -actúan cada día y en algunas jornadas afrontan dos funciones- la precisión, el virtuosismo y la entrega de los solistas y el cuerpo de baile fascinan al público en cada actuación. "Es que la sangre te hierve cuando estás en el escenario, es cosa del temperamento latino y el calor especial que aportamos a la danza", comenta Feijóo, que dibuja una Carmen "atrevida, osada, a la que le gusta el juego sensual con los hombres y que no piensa en el mañana". Con una pasión por la danza que triunfa sobre las duras condiciones económicas y la precariedad escénica de los montajes, la nueva gira española de la compañía demuestra que la cantera de la escuela cubana es inagotable, con primeros bailarines como Victor Gilí, Osmay Molina, Nelson Madrigal, Rolando Sarabia y Joel Carreño compartiendo protagonismo con los españoles Óscar Torrado y Laura Hormigón en un sólido elenco cuajado de jóvenes valores como Viengsay Valdés, Octavio Martín y William Castro.
"La base de nuestro éxito es el rigor, la disciplina y el dominio de la técnica combinado con una forma de entender la danza desde la emoción y el sentimiento en la que brilla siempre la personalidad de todos y cada uno de los bailarines", explica Galina Álvarez. Las tres estrellas, que han actuado en otras compañías como artistas invitadas, coinciden al escoger Giselle como personaje preferido y aseguran que el dominio de la técnica y el repertorio clásico resulta esencial para abordar el repertorio contemporáneo.
Acostumbradas a compartir sueños y retos en el seno del Ballet de Cuba, sus tres principales estrellas soportan con buen humor un ritmo de trabajo agotador. 1Mi experiencia como artista invitada en el Ballet de la Ópera de Zürich fue muy hermosa y me permitió actuar en montajes con decorados y vestuario fabulosos. Todos somos conscientes de las dificultades económicas que padecemos y podemos envidiar los grandes presupuestos que manejan otras compañías, pero en talento, entusiasmo y amor por lo danza no nos supera nadie", afirma Feijóo.
Una gira estival extenuante
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espués de tres semanas de éxito en Barcelona, el Ballet de Cuba afronta un agotador calendario de actuaciones en Madrid que incluye tres clásicos en versión completa -El lago de los cisnes, Coppelia y La fille mal gardé-, el estreno en España del ballet Tierra y luna, de la coreógrafa catalana María Rovira, y La magia de Carmen, que estará en cartel del 23 al 27 de agosto en un programa con las dos últimas coreografías de Alonso, En la sombra de un vals y Umbral.
El elenco cubano, que proseguirá su gira veraniega del 13 al 17 de septiembre en el teatro Pérez Galdós de Las Palmas, regresará a España en noviembre para actuar en Zaragoza y emprender en diciembre una gira por los teatros de la Comunidad Valenciana.
