José Ignacio Alberdi, nuevo presidente de la patronal Adegi

El empresario José Ignacio Alberdi Etxaniz, nacido en Zarautz (Guipúzcoa) hace 59 años, fue designado ayer presidente de la patronal guipuzcoana, Adegi, en sustitución de José María Korta, asesinado el martes en Zumaia. Alberdi afirmó que el mismo día en que ETA mató a su amigo con un coche bomba estaba dispuesto a cogerle el testigo y cumplir con los estatutos que regulan la asociación. Tras su elección, el nuevo dirigente de Adegi dijo que, a pesar de las dificultades que el cargo tiene para un gestor de una pequeña empresa, asume el nombramiento "en homenaje y memoria de José María Korta, quien será siempre mi referente y mi guía". Korta fue el presidente desde 1994.

Alberdi está casado y es padre de tres hijas. En 1968 fundó en Aizarnazabal la empresa Obe, SL, dedicada a la fabricación y la comercialización de todo tipo de herrajes para muebles. En 1978 fue participada por la multinacional alemana Hettich, de la que él es en la actualidad socio y director general. La plantilla de esta industria está compuesta por 130 trabajadores.

Elegido miembro del consejo rector de Adegi en 1980, en las últimas tres legislaturas Alberdi ha ostentado el cargo de vicepresidente primero. Asimismo, este empresario zarauztarra participó activamente en la fundación de la patronal vasca, Confebask, y fue uno de los impulsores y promotores de Elkargi, la primera Sociedad de Garantía Recíproca de España.

Adegi fue fundada en 1977 y desde entonces ha estado dirigida por los empresarios Antxon Cava, José María Vizcaíno, Antton Marquet, Jesús María Aguirre y Tomás Ariceta, aparte de Korta y de él mismo ahora.

La patronal guipuzcoana, que agrupa a 2.000 empresarios, se ha destacado en los últimos años por mantener una postura de absoluto rechazo al pago a ETA del denominado impuesto revolucionario.

Sus críticas y denuncias ante este tipo de chantajes han sido claras y duras con mensajes directos a los industriales de no ceder ante la extorsión y no abonar a los terroristas las cantidades que les demandan en las cartas que periódicamente les hacen llegar.