El vigilante jurado herido continúa en la UCI con pronóstico grave
Otros tres ingresados
Juan José González Ramos, el vigilante jurado de 53 años que resultó herido grave en la explosión del coche bomba de la calle de Platerías de Madrid, continuaba ayer ingresado en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital La Paz. Permanecía estable y entubado. Su pronóstico era grave, según informó ayer el centro médico.El vigilante jurado fue intervenido hasta las dos y media de la madrugada por el equipo de cirugía maxilofacial de La Paz. Sufría traumatismo facial con hematoma y herida inciso-contusa con fractura de la mandíbula, metralla en la región parotídea y hemorragia maxilar, fractura del radio izquierdo y hematoma en el tórax.
Juan José González Ramos trabajaba en la finca de Platerías número 1 desde febrero. Cuando estalló el coche bomba, se encontraba dentro de la garita. Un portavoz de Securitas, compañía en la que trabaja, explicó ayer que no le dio tiempo a llamar al centro de control de la empresa para avisar de lo que ocurría. Fue la policía la que alertó a Securitas de que uno de sus trabajadores había resultado herido por la explosión. La mujer del vigilante, Adoración, se enteró por la televisión del atentado y llamó a su esposo, pero nadie le contestó.
El vigilante jurado tiene dos hijos de 14 y 17 años. Su hija regresó ayer en avión de Málaga, donde estaba de vacaciones. González-Ramos trabaja en Securitas desde hace más de 10 años, según informó un portavoz de la compañía. Su función consistía en vigilar una comunidad de vecinos.
Otros tres heridos de los 11 registrados en la explosión del coche bomba permanecían ayer ingresados en tres hospitales de Madrid. Un varón de 32 años, J. C. P. T., solicitó su alta voluntaria a los médicos del hospital La Paz. Sufría una herida en la región frontal izquierda y heridas incisocontusas en la región occipital del cuero cabelludo. Otra paciente que resultó afectada por la onda expansiva de la explosión seguía ingresada en la clínica La Moncloa.Otra víctima del atentado terrorista, José Paredes Fernández, de 51 años, continuaba ingresado en el hospital Ramón y Cajal. Fue intervenido quirúrgicamente para extraerle los trozos de cristal que tenía en diversas partes del cuerpo y atendido de hematoma cranoencefálico y múltiples cortes y erosiones superficiales por todo el cuerpo. Según explicó un portavoz del centro médico, se espera que pueda recibir el alta médica en dos o tres días
Por otra parte, los portavoces de los sindicatos Comisiones Obreras (CC OO) y UGT pidieron ayer la unidad de todos las fuerzas políticas y sociales como único camino posible para enfrentarse a la banda terrorista ETA.
Informaciones realizadas por Juan Francés, Luis Fernando Durán y Francisco Javier Barroso.
