La quinta vida de Guti
Cuatro años lleva José María Gutiérrez, Guti, amenazando con reencarnar a Michael Laudrup en un puesto que el Madrid declaró baldío hace tiempo: la media punta. A lo largo de los últimos cuatro proyectos, encabezados sucesivamente por Capello, Hiddink, Heynckes y Toshack, los técnicos han comenzado avisando de la enorme capacidad de Guti para un puesto que demanda todo lo que él posee de forma natural: último pase, dribling, remate y gol. Sin embargo, Guti ha terminado las temporadas como un actor secundario. El lunes pasado en San Siro, Guti volvió a encender las esperanzas. Metió dos goles y dio dos asistencias, a Eto'o y Morientes, comandando a los madridistas en la goleada al Milan. Es su quinta pretemporada como promesa consolidada. Esta vez, de la mano de un técnico que le apadrina sin dudarlo, Vicente Del Bosque. "Contra el Milan hicimos un partido raro", recordó ayer el técnico. "Sufrimos mucho en la primera parte pero en la segunda fuimos superiores, disfrutamos de nuestro juego. Y Guti fue uno de los artífices de ese disfrute. Es un futbolista importante en este equipo".Nacido en Torrejón (Madrid) en abril de 1976, Guti es un futbolista bajo sospecha en el Santiago Bernabéu. El público no le ampara y su titularidad, incluso con Del Bosque, vive siempre amenazada. El esquema para el que se diseña el equipo, con dos medios organizadores y dos laterales largos, le quita posibilidades. La llegada de Figo también. ¿Seguirá siendo un futbolista de banquillo o ésta será la temporada de su despegue? "No podemos hacer milagros", responde Del Bosque. "Habrá gente muy importante que deberá ir al banquillo, no sólo Guti", advierte. "Sobre si el sistema de doble pivote le perjudica, no lo creo. Hay posibilidades de que juegue incluso con dos medios organizadores
", explica el técnico.
El año pasado Guti se enfrentó a Toshack en una ocasión. El galés le tomaba el pelo. "¡Le voy a dar una hostia!", exclamó Guti una vez, harto de las ácidas bromas del entrenador. Sus compañeros tampoco le ayudaron, e incluso se enfrentó a puñetazos con uno de los capitanes. La causa: no ayudar a recuperar el balón y alguna supuesta impertinencia. Luego llegó Del Bosque, y le dio la titularidad. Y también llegó una lesión en el talón, y un edema óseo que le dejó baldado hasta hace poco. Y ahora, otra vez, Guti hace promesas de buen fútbol al comenzar su quinta vida.
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