Guti enseña su zurda en San Siro.
Un Madrid cargado de 'suplentes' golea al Milan en su centenario
Faltaron Raúl y Figo. También Hierro, Helguera y Roberto Carlos. Y Salgado, Munitis, McManaman, Casillas... No estuvieron tampoco, claro, Makelele y Flavio, que andaban por los despachos del Bernabéu intentado cerrar su futuro. En suma, que no se enfrentó al Milan en el día de su centenario el Madrid 2000-2001 que se presupone. Pero el sucedáneo, o quizá no tanto, se las apañó para arruinarle la fiesta a su rival y propinar un puñetazo a ese trozito de historia que decía que el Madrid nunca había ganado en San Siro. Tal vez, una zurra inmerecida en el inicio, ya que el Milan gobernó de norte a sur la primera mitad, pero también inapelable. Porque Guti, al que se le imagina suplente de suplentes, amargó a los italianos con unos cuantos gritos de su pierna izquierda que sonaron a reivindicación. Especialmente el primero, al filo del descanso, un zurdazo con el efecto cambiado, de dentro hacia afuera, que se fue envenenando hasta la red. Y el segundo, mucho más sutil y nada más arrancar el segundo periodo: una devolución mortal a Morientes cuando medio planeta, el portero rival incluido, se esperaba un remate duro.Los dos golpes de Guti -también marcó el tercer gol, y fabricó con un pase delicioso el cuarto, pero por entonces el Milan ya estaba en el suelo y el encuentro roto por las sustituciones- fueron una revolución. Del Milan de la primera parte, dominador y generador de ocasiones, a una media casi de oportunidad clara cada cinco minutos, no volvió a saberse nada. Casi al contrario, comenzó a saberse del Madrid, de su sucedáneo, que hasta entonces había pisado San Siro con extraordinaria timidez, sin pulso suficiente para discutir la pelota al adversario.
MILAN 1-REAL MADRID 5
Milan: Abiatti (Dida, m. 46); Roque Jr., Costacurta, Maldini (Ayala, m. 46); Guly (Sala, m. 46), Gatusso, Albertini (Brncic, m. 62), Sala, m. 46), Serginho (Coco, m. 70); Leonardo (Comandini, m. 46); José Mari y Shevchenko.Real Madrid: César (Bizarri, m. 73); Geremi, Julio César, Iván Campo (César González, m. 73), Karanka, Solari (Sousa, m. 80); Julio Álvarez (Eto'o, m. 64), Celades (Corona, m. 85), Guti, Savio (Rivera, m. 73); y Morientes (Tote, m. 57). Goles: 0-1. M. 45. Guti, de zurdazo desde la frontal. 0-2. M. 52. Morientes, tras una doble pared con Guti. 0-3. M. 61. Guti roba un balón a Ayala y marca de tiro ajustado. 0-4. M. 75. Guti abre a la izquierda para Tote, que pasa a Eto'o y éste marca. 1-4. M. 79. Shevchenko, de penalti. 1-5. M. 81. Rivera, de fuerte derechazo. Árbitro: Domenico Messina (Italia). 50.000 personas en San Siro. Partido por el centenario del Milan. En el palco se encontraba Fernando Redondo.
Baste decir que el mejor del conjunto blanco en esa fase fue César, el guardameta que viene desde Valladolid. Se comportó con saludable serenidad y colocación ante el vendaval que se le venía encima. El que más trabajo le dio fue José Mari, que agujereó constantemente por velocidad y quiebros al trío de centrales madridistas. Pero el ex futbolista del Atlético, fiel a su punto débil habitual, se derritió a la hora de la definición.
No fue el guardameta César el único fichaje que lució el Madrid. También actuó Solari, al que Del Bosque castigó entregándole todo el carril el izquierdo. Y para eso, sobre todo por lo que de compromiso defensivo tiene el asunto, el argentino no vale. Y jugó Celades, que dibujó un partido correcto, sin demasiadas pretensiones: se ofreció con asiduidad, pero sólo para el juego en corto. Otra novedad fue el chaval Julio Álvarez, del que no hubo noticias. En realidad, todas las que generó el partido las tituló Guti -y al final, Tote-.
Guti tardó en apropiarse de la jornada, pero desde que enseñó ese disparo con el que cerró la primera mitad ya no lo soltó de las manos. O mejor dicho de su pie izquierdo, del que ya no permitió que se moviera jamás el encuentro. Marcó dos goles y construyó otros dos. Pero, sobre todo, anunció problemas: ¿y si ahora, tras tanto fichaje, resulta que hay que abrirle un hueco a Guti? Desde luego, el chico, ni más ni menos que en San Siro, lo pidió. Y con el 10 a la espalda, el número de Figo.
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