Al secretario de organización no le "temblará la mano" en la crisis de Asturias

El nuevo secretario de organización del PSOE, José Blanco, anunció ayer que su primera actuación se va a producir esta misma semana en Asturias para tratar de resolver el conflicto que enfrenta desde el pasado otoño al sector mayoritario, de la tendencia guerrista, y al Gobierno de la comunidad, de la facción renovadora. Blanco anunció que oirá a todas las partes y que tratará de promover el diálogo para "llegar a acuerdos" y restablecer la normalidad, pero advirtió, en declaraciones a la cadena SER, que no le "temblará la mano para garantizar la estabilidad al presidente de Asturias [Vicente Álvarez Areces], que votaron todos los socialistas". Según Blanco, persona de la máxima confianza del nuevo secretario general, "un presidente no puede estar cuestionado por sus compañeros". El enfrentamiento se hizo patente con toda su crudeza el pasado 23 de junio, cuando la facción guerrista aprobó, con el apoyo del PP, una ley de Cajas a la que se oponía el Gobierno socialista del Principado.

Blanco advirtió con reiteración y énfasis que va a "afrontar la situación de Asturias con firmeza y autoridad" para "recuperar la cohesión interna". "Voy a ejercer la autoridad democrática que me ha concedido el congreso". Rodríguez Zapatero fue el único aspirante a la secretaría general que no se había manifestado sobre el conflicto asturiano.

El nuevo responsable de organización invitó ayer a los socialistas asturianos a asumir la situación resultante del 35 congreso. Sin embargo, el diputado guerrista asturiano Celestino Suárez manifestó ayer que "el resultado del congreso no es regionalizable". "Los socialistas asturianos tendremos que tomar nuestras propias decisiones democráticas en el próximo congreso regional", afirmó Suárez, quien ofreció su apoyo y colaboración al nuevo secretario general.