"Con cuatro fichajes y cantera, el Barça va bien"
Joan Gaspart se proclama el candidato más válido basándose en su experiencia y "pasión" por el Barça. Las encuestas le dan como favorito, tanto que los diferentes precandidatos, salvo Lluís Bassat, se han unido a su propuesta.Pregunta. ¿Por qué tardó tanto en presentar su candidatura?
Respuesta. Porque fui el primer sorprendido por la decisión de Núñez. Decisión que respeté pero que no compartía porque le quedaban dos años de mandato. También porque confiaba en que saldrían candidatos que respetarían el pasado y que podrían continuar con las cosas buenas. Quieren arrasar con el pasado y empezar de cero, y no quieren considerar que hay cosas buenas que se deben mantener.
P. Joan Castells ha entendido su mensaje y se integra en su junta.
R. Bassat intentó unirse a Castells para hacer un frente común contra mí, pero en los últimos días percibí que Castells estaba más cerca de mí y por eso nos reunimos y llegamos a un acuerdo de consenso. A Castells lo que más le convenía era la unión, pero hasta el día 24 no evaluaremos públicamente qué peso debería tener en la junta en caso de ganar las elecciones y aplicar nuestro proyecto, que propone cambios, pero siendo respetuosos con la tarea que se ha hecho.
P. ¿Qué hay que cambiar?
R. Hay que luchar por conseguir la unión. Las relaciones con los medios de comunicación deben ser correctas y cordiales dentro de la discrepancia y de las críticas constructivas que tengan que darse. Y debemos reconciliarnos con las instituciones. No puede ser que el Barça esté peleado con la mayoría de las instituciones.
P. ¿Hay base para conseguirlo?
R. Es una cuestión de formas y de estilo. Mi estilo es el diálogo, la reconciliación y aceptar la crítica sin entender que todo el que no piensa como yo está contra mí.
P. ¿Es más importante una foto con Pujol o Cruyff que un debate?
R. Hay que sentarse con la gente que muestra diferencias con el Barça, básicamente con gente de Elefant Blau y con Cruyff. Tengo la suerte de que discrepo de Elefant, pero ello no me lleva a pensar que no son barcelonistas. Hay que hablar, reconciliarse y pensar en un futuro en que el Barça sea de todos. Al tema de las instituciones no le doy mayor importancia. El Barça tiene que defender sus intereses sin pensar que si un proyecto no es viable es porque las instituciones están en contra. Será porque no es viable y habrá que rectificar.
P. Antes era un credo, pero ahora parece que se puede discutir más el concepto Barça.
R. Un 80% de los socios son muy barcelonistas. Luego hay un 20% dividido en tendencias que hace más ruido que ese 80%.
P. ¿Cómo contempla la aparente contradicción en las primeras encuestas? Mucha gente le da su apoyo, pero al mismo tiempo su figura despierta un gran rechazo.
R. Eso es lo que nos da muchas más posibilidades de conseguir el éxito en estas elecciones. Al principio se pensaba que Gaspart no tenía personalidad propia, que sólo heredaba los aspectos de la época anterior, y con el tiempo he mantenido el pasado y me he ganado un espacio que es el futuro. Y aquí es donde yo no sólo no he aumentado el rechazo, sino que lo estoy reduciendo. Porque la gente empieza a creer que es posible que Gaspart ha interpretado un papel obligado por su fidelidad a una persona y a una situación pero que tiene personalidad propia. Poco a poco la gente va creyendo en mi discurso y ve que soy capaz de hacer lo que digo: respetar el pasado, cambiar lo negativo y poner la experiencia a disposicón del club. Y este discurso está calando.
P. ¿Puede ser el Barça el mejor club con el presupuesto actual?
R. Sí, porque tiene cubierto el presupuesto para los tres próximos años y tendrá 8.000 o 9.000 millones en el banco a su disposición. Y puede traspasar jugadores por valor de 10.000 millones y por tanto puede disponer de 15.000. Es un dinero que no se lo tiene que gastar, pero que se lo podría gastar. El Barça, con tres o cuatro incorporaciones, además de los jugadores de la cantera, va bien.
P. Pero existe la sensación de que otros clubes fichan a los cracks del Barça, como pasó con Ronaldo.
R. A Ronaldo nos lo quitaron en una jugada de los intermediarios, pero fichamos a Rivaldo. El Barcelona no tiene que dejar escapar a ninguno de sus grandes jugadores: ni a Rivaldo, ni a Figo, ni a Guardiola... No tanto porque sus cláusulas sean muy altas como porque están contentos. Por ejemplo, ¿cuál es el último gran fichaje del Madrid? Hugo Sánchez ¿Y cuántos años hace de eso?
P. Sí, pero tiene 5.000 millones y se los gasta en Anelka.
R. El Madrid acabará convirtiéndose en una sociedad anónima a la vuelta de la esquina; si no, al tiempo. Y éste es un riesgo que el Barça no puede ni tiene que asumir.
P. ¿Hasta qué punto el Barça ha fomentado esta espiral inflacionista o ha sido víctima de ella?
R. Ha participado. Ha estado dentro de esta revolución del fútbol internacional y ha sabido mantenerse en la línea de los grandes clubes europeos que poseen unos recursos, a través de la Bolsa y de las sociedades anónimas, que el Barça no tiene. Pero no ha sido ni precursor ni víctima. Si no hubiera tenido la visión de crear en su día los ingresos atípicos, de negociar con tanta dureza las cuestiones de televisión y de intentar mantener contención de gastos, estaría como el Madrid u otros clubes: en una situación muy delicada. Pero esto no para. El presidente que no tenga claro qué se tiene que hacer y cómo hacerlo puede llevar a que el Barça, en un par de años, dé un giro negativo muy peligroso.
P. Los últimos proyectos, según Núñez, son perentorios.
R. El proyecto Barça 2000 dará un beneficio importante de explotación y, dentro de 20 años, de patrimonio. El beneficio ahora sería por la cesión de los espacios que se puedan arrendar. Pero si es un proyecto que no se puede hacer a gusto de los vecinos, está muerto. El techo de edificabilidad ya se ha rebajado de acuerdo con las autoridades municipales y ahora se debe consensuar con los vecinos.
P. Los otros proyectos ¿están desbloqueados?
R. Éste es el más importante económicamente. Pero sin exagerar, porque da unos 1.000 millones anuales y el patrimonio que quede de aquí a 20 años. Pero el resto de los proyectos son también muy importantes. El Barça es una mina: Internet no está explotado, ni el merchandising. Y la comparación con el Manchester no es real porque este club ya lo explota al máximo. El Barça tiene mucho camino que recorrer.
P. ¿Cuál es la postura del Barça ante la UEFA y el G-14?
R. El Barça tiene que recuperar una posición de liderazgo dentro del G-14, dialogar con la UEFA, que es consciente de que así, con el actual reparto económico, no podemos continuar. Pero no se puede hacer al margen de la UEFA. No creo en un fútbol NBA, sin olvidar que para ser competitivos necesitamos unos ingresos que hoy no tenemos.
P. ¿Es imposible que en el fútbol ocurra lo del baloncesto?
R. No deberíamos llegar a ello. Pero hay que advertir a la UEFA de que si no se arreglan las cosas puede suceder lo mismo. Creo que en el baloncesto se arreglará.
P. Cuando el Madrid juega un partido europeo, ¿con quién va?
R. Pienso lo mismo que todos los barcelonistas. No soy una rara excepción en la tribu.
P. ¿Tendrá que haber un directivo que haga la función que hacía Gaspart?
R. No, porque era para apagar fuegos, y para apagar fuegos se tienen que encender y el presidente del Barça no encenderá nada.
P. ¿Hay una lectura política en las elecciones? ¿Bassat representa a Convergència y al sector progresista, y Gaspart al PP?
R. Mi personalidad como barcelonista es tan grande que supera cualquier ideología. Pero he de decir que, de la misma manera que voté al PP en las generales he votado a Convergència aquí, al igual que en su día voté a Suárez.
P. También hay una lectura religiosa. De Bassat se dice que es judío y de usted que milita en el Opus Dei.
R. Yo no soy del Opus. Claro que si todo el que va a misa tiene que ser del Opus... Yo soy religioso. En cualquier caso, el Dios de uno y del otro es el mismo. Si algún día me dijeran algo, diría: "Oiga, el señor Bassat y yo tenemos el mismo Dios". "Es que el señor Bassat no cree en la Virgen", me podrían decir. "Déjelo correr, el Dios es el mismo".
P. ¿El Barça debe ser agnóstico?
R. El Barça debe ser tradicionalista. Hay cosas que son tradiciones y deben hacerse al margen de creencias religiosas. El Barça siempre ha ido a la Mercè y a Sant Jaume. Si soy presidente del Barça, que tomen todas las medidas de seguridad que quieran, pero que no me vengan con historias de ir a celebrar los títulos al Tibidabo o a la plaza de Maria Cristina. Yo iré a la Mercè en coche y a la plaza de Sant Jaume. Y si es un título importante y hay mucha expectación, al estadio. Y punto. Creo que las tradiciones no se pueden perder.
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