"El Vaticano chochea"
Bajo Chumy Chúmez se oculta José María González Castrillo (San Sebastián, 1927). Pintor y dibujante, también ha frecuentado el cine, la radio y la televisión. Un clásico superviviente a todas las transiciones.Pregunta. ¿Por qué los humoristas parecen en público tipos tan serios?
Respuesta. Hombre, tanto como serios... Lo que ocurre es que la gente espera que seamos unos graciosos, y no lo somos más que cualquier otro. Al menos, no ejercemos como tales.
P. Toda la vida tratando de hacer que la gente se muera de risa, y ahora dicen que el humor es bueno para la salud, ¿en qué quedamos?
R. Ni lo uno, ni lo otro. Vale que si uno se ríe desaforadamente, a lo mejor le da algo malo. Pero el humor es, sobre todo, una manera de expresar ideas.
P. Dígame algo que no tenga chiste, se mire por dónde se mire.
R. En este momento, lo que está pasando con el terrorismo.
P. Un amigo suyo dijo que usted "dibuja lo que ve, desgraciadamente", ¿se reconoce así?
R. No sé si es la desgracia lo que veo. Lo cierto es que la realidad, a veces, da verdadero pavor.
P. Otro compañero suyo, Vázquez de Sola, regañó en una ocasión a su hijo pequeño porque no le dejaba trabajar. Y el niño le contestó: "Sí, sí, trabajando... ¡Haciendo dibujitos!". ¿Tan ingrato es su oficio?
R. Dicen que los niños son los seres más inteligentes, pero yo no lo creo. En este caso, lo que el chaval no entendía es que el trabajo de los humoristas consiste en pensar, y eso no se ve.
P. Además de la de Dios, ¿qué otra gracia tiene el Vaticano?
R. Yo creo que el Vaticano chochea desde su fundación.
P. Vuelve el tanga y el top-less, ¿qué hacemos?
R. Nada. Yo me pongo como las señoronas en la playa, diciendo eso de "qué descaradas". Dios las castigará, y de aquí a unos años tendrán las tetas caídas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.