"Hay que recuperar el espíritu de la época del 'dream team"

Pregunta. ¿Le molesta que se le acuse de ser un recién llegado?Respuesta. El barcelonismo se lleva en el corazón y no hay por qué exteriorizarlo de modo esperpéntico. Voy al campo desde que tenía cuatro años, cuando mi padre me sentaba en sus rodillas en Les Corts. Nadie me puede acusar de falta de barcelonismo o de ser un recién llegado porque voy al campo desde antes de que naciera Gaspart.

P. ¿Tal vez, para ser presidente del Barça, el candidato no puede parecer una persona normal?

R. Alguien, alguna vez, tiene que cambiar el estilo del presidente del futuro. Un presidente del Barça tiene que ser una persona normal, con un estilo que represente a los socios en todos los ámbitos. El Bar-ça es la institución de Cataluña más pública a nivel mundial. La imagen de su presidente será también la de la ciudad y la del país.

P. ¿ Le sorprende que el consenso en torno a Gaspart parece generar menos rechazo que alrededor de usted?

R. Sabía que habría una candidatura nuñista e intenté aglutinar a la renovación para tener más fuerza. Estuve a punto de conseguirlo porque parecía que Castells convenía en que era lo mejor, pero sus bases no se lo permitieron.

P. El pacto entre Gaspart y Joan Castells ¿cambia las reglas del juego?

R. Hacía demasiado tiempo que Castells sabía que no ganaría y continuaba porque tenía un acuerdo previo con Gaspart. Esto clarifica el panorama porque sólo queda una candidatura renovadora. El socio sabrá a quién votar si quiere que haya un cambio.

P. ¿Le sorprende que Ferran Ariño, que sufrió los efectos de un pacto cuando compitió con Núñez hace 22 años, acabe, por medio de este pacto, en la candidatura de Gaspart?

R. Me parece que Gaspart y Ariño son como el agua y el aceite, que no se pueden mezclar. Pero respeto a todos los socios y Ariño es uno muy destacado.

P. ¿Ha habido un frente común contra usted?

R. Creo que sí. Han sucedido cosas insólitas en una sociedad democrática, como el hecho de que, siendo conscientes de ello, nadie denunciase que el presidente de la junta electoral sea el tesorero de la empresa de Joan Castells.

P. ¿Cree que la oposición hecha por Elefant Blau supone una carga para su candidatura más grande que la que puede suponer el nuñismo para Gaspart?

R. Elefant Blau hizo una oposición dura, pero legítima. Núñez lo presentó como un ataque al Barça, pero fue un ataque a su gestión. Un total de 15.000 personas firmaron la moción de censura contra él. Defiendo a las personas que, democráticamente, han hecho oposición a la directiva. Gracias a que alguien se quemó, hoy tenemos elecciones. De otro modo, no quiero ni pensar qué habría sucedido dos años más con Van Gaal y Núñez al frente. La situación sería desesperada.

P. Más que una buena gestión económica, ¿Núñez ha hecho una gran contención del gasto?

R. Así es. Hay dos modos de que la economía vaya bien: uno, restringiendo los gastos, como en el Barça, donde lo están por debajo de lo normal; otro, siendo creativos para obtener recursos, como el Manchester. Yo apuesto por una gestión más profesional y rigurosa, no a la antigua usanza. Tengo una anécdota de cuando Núñez me encargó la ceremonia del centenario, le presenté el proyecto y le pareció fantástico. Cuando me preguntó el presupuesto y le dije 400 millones, él me contestó que 40. Hubiera sido imposible hacerlo sin el patrocinio de TV-3, Sport y Mundo Deportivo. Como dice el refrán inglés, paga cacahuetes y tendrás monos.

P. ¿Cree que hay socios que aprueban la gestión de Núñez porque ven el carnet del Barça como si fuese la libreta de La Caixa?

R. El dinero tiene que estar en el campo, no en el cajón. Somos fans porque nos dan un espectáculo extraordinario. No es que con más dinero se juegue mejor, al contrario. Sólo hay que distribuirlo mejor. Hay que recuperar el espíritu de la época del dream team. Este año, los jugadores han jugado de oficio, cuando el fútbol es un juego creativo.

P. ¿Cuál es el mecanismo para conseguirlo?

R. El Barça ha de tener la mejor cantera para poder vender jugadores. La inversión en la cantera es de 750 millones de pesetas. Sólo con que salga un jugador como Gerard, se pagan 10 años de cantera. Si tenemos una cantera así, basta con tener tres o cuatro cracks y nadie se preocupará de su sueldo. No habrá inflación ni 18 extranjeros. Y podremos fichar jugadores del Manchester o del Lazio sin echarnos a temblar. El mejor club del mundo es el que tiene, entre otras cosas, más posibilidades de fichar.

P. ¿El Barça, como asegura Gaspart, es el mejor club del mundo?

R. Cuando Gaspart afirma que somos el mejor club del mundo quiere decir que no hay que tocar nada. Pero, desgraciadamente, en títulos no lo somos. Para ello, hay que trabajar día a día y demostrarlo dando espectáculo y teniendo afición en todo el mundo.

P. ¿Hasta qué punto le perjudica su vinculación con Cruyff?

R. Por primera vez en 22 años hay claras oportunidades de que no gane la continuidad. Si nos perjudicara, no hubiéramos conseguido tantas firmas. El Barça se polarizó por la manera en que se echó a Cruyff: injustamente y con malos modos. Núñez intentó borrar el cruyffismo porque tenía un gran complejo. Yo intentaré que la gente entienda que empieza una nueva etapa sin Núñez. Si vamos desunidos, debilitaremos el club.

P. Si no gana las elecciones, ¿hará oposición?

R. Si pierdo las elecciones, dejaré que la junta haga su trabajo, y sólo si se cometen errores garrafales volveré a la palestra.

P. ¿Cómo serán las relaciones con el Madrid?

R. La rivalidad será cada día mayor. Siento una satisfacción especial cuando le ganamos. Eso no impedirá que yo vaya al estadio del Madrid y me siente en el palco. Una cosa es el sentimiento y otra la educación. Un presidente del Barça no puede ser declarado persona no grata; es una descalificación muy grave.

P. ¿Le preocupa la radicalización del nacional españolismo, por una parte, y el independentismo, por otra?

R. Retiraremos el apoyo a todos los que se muestren violentos. Hay que atajarlo antes de que sea grave. Si lo conseguimos, daré un apoyo a los jóvenes como nunca lo han tenido.

P. ¿Los títulos son lo único envidiable del Madrid?

R. No. También la manera en la que se van los jugadores, hablando bien del club, mientras que los nuestros se van despotricando de la directiva, aunque sientan los colores y estén enamorados del Barça.

P. ¿Se lo explica?

R. Sí, teniendo en cuenta que en los contratos, por ejemplo, ponen una cosa y luego añaden otra verbalmente prometiendo una mejora que no hacen, como sucedió con Rivaldo. No se puede andar con secretismos.

P. ¿A usted lo han engañado alguna vez?

R. Gaspart me ha engañado dos veces: cuando se había comprometido a ser vicepresidente del consejo asesor, rechazó firmarlo ante notario, me dio un abrazo y dos días después presentaba su candidatura. Hubo una segunda, pero no habrá una tercera.

P. ¿Qué le llevó a presentarse a las elecciones?

R. Mi deseo de que el Barça sea una institución modelo, un punto de referencia.

P. ¿Tiene algún modelo?

R. Mi modelo es la multinacional con la que trabajo, en la que la palabra es sagrada y el trato con el personal exquisito, sin distinciones de raza, sexo ni religión.