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Entrevista:FÚTBOL Elecciones a la presidencia del Real Madrid

"En el fútbol no se puede ser santa Teresa de Jesús"

Tal vez sea sólo una pose. Tal vez no. Lo cierto es que Lorenzo Sanz está convencido de que el domingo por la noche será de nuevo presidente del Real Madrid.Pregunta. ¿Por qué?

Respuesta. Si la gente piensa lo que era la sociedad cuando yo llegué y lo que es ahora, no va a tener ninguna duda. Era una sociedad anquilosada, muy anticuada. Y hoy es una sociedad moderna que, además de ganar títulos que no llegaban desde hace 32 años, tiene puestas las bases para que su futuro económico no tenga sobresaltos.

P. Ese panorama que pinta puede verse de otra manera: una sociedad inestable en el capítulo directivo y en el deportivo y bajo sospecha en el económico.

P. Cada uno puede verlo como quiera, pero al final los que deciden son los socios. Y por sus muestras de apoyo, me creen a mí y no a esa campaña de la que han tenido mucha culpa gente que ha trabajado en este club, directivos que no merecían haberlo sido nunca.

P. Directivos, elegidos por usted.

R. No, heredados.

P. Ratificados por usted.

R. Sí, y lo asumo. Pero se cortó al advertir que era gente que venía a lucirse en vez de a trabajar y con mucha envidia. Tras su marcha, en el último año, hemos dado un ejemplo de sociedad moderna, transparente y sin problemas. Con dudas en el capítulo deportivo, pero con títulos.

P. Y con un estadio agitado.

R. Sí, lógico. Porque éste es un estadio acostumbrado a ganar. Y este año hemos perdido partidos que a la gente le cabrean, y a mí mismo. Pero la compensación ha venido con la Copa de Europa.

P. Y con usted en jaque.

R. El mundo del fútbol es así. Italia era campeona de Europa en el minuto 90, y ganó Francia.

P. ¿Sentía que si no hubiera ganado la Copa de Europa usted estaba en jaque mate?

R. Posiblemente. Pero como yo no he pensado en mí, sino en el Madrid... Y si la gente decide ahora que no continúe, me marcharé con la conciencia tranquila, la cabeza alta y pensando que he dejado una sociedad muchísimo mejor de la que recogí.

P. Sin octava tampoco habría habido elecciones.

R. No, no. Había que convocarlas en cualquier caso, y se buscó la mejor fecha. Desde que se marchó el G-8 famoso [la mitad de la junta directiva] hay un recurso en el juzgado para hacer elecciones. Imagínense que nos obligan a hacerlas a mitad de temporada. Habría sido un desastre. No habríamos conseguido las metas alcanzadas, seguro. Y luego está el centenario a la vuelta de la esquina.

P. Ya, pero ¿por qué esperó a ganar la octava para anunciarla?

R. Porque jugamos la Copa de Europa el 24 de mayo. Si anunciamos las elecciones antes no habríamos ganado.

P. Y de paso, no da tiempo a que se formen candidaturas.

R. Pero si ha sobrado tiempo. Si llevamos de campaña 30 días, y eso que se han acortado. Estas elecciones son más largas que unas generales, que son más importantes y mueven más gente.

P. ¿Cómo puede percibir que la sociedad ha mejorado cuando la deuda se ha multiplicado?

R. Es que tiene que ser mayor a la fuerza. Hemos pagado 14.000 millones de pesetas, a Gestsport, para recuperar un contrato que tenía vendido nuestro patrimonio para los próximos 15 años. Y hemos hecho una inversión de jugadores importantes. El problema no es la deuda, sino saber asumirla. Y las bases económicas están montadas. Sólamente con los contratos de televisión firmados, estamos hablando de 20.000 millones de pesetas a partir de 2003. No digo ya por merchandising, por publicidad, cuyos ingresos se están multiplicando por cuatro o por cinco cada año. Y no hablo de la página web, que recibe un millón de personas diarias. Eso puede valer miles de millones.

P. Hablando de millones, hay 68 en las cuentas sin destino claro.

R. Están contabilizados perfectamente. Las cuentas se han auditado siempre. En este caso, por Price & Waterhouse.

P. ¿Por qué ha comprado el silencio de los ex empleados?

R. Sólo hemos cumplido con nuestra obligación. Eran convenios firmados de antemano. Y luego, de esos ex empleados, ha habido algunos que no sólo no han sido leales sino que han hecho un daño enorme al club sacando documentos que no se tienen que sacar.

P. ¿Incluidas primas a terceros?

R. Incluidas primas a terceros.

P. Pues están penadas.

R. Sí, pero yo no he dicho en ningún momento que haya dado una prima a tercero. Jamás. Ni lo voy a decir. A pesar de que se me pueda acusar de que he cogido un día tres millones de la caja fuerte.

P. ¿Para qué los cogió?

R. Se usaron para beneficio del club. No voy a decir más. Al socio que quiera, que venga y se lo digo. La gente sabe para qué se usaron, pero yo no lo voy a decir.

P. ¿Una partida de póker? ¿Esos gastos oscuros del fútbol?

R. Sí, una partida... Si consiguiéramos que no existieran los representantes... Pero el fútbol está así. Me acusan de pagar cantidades importantes. Es que si no, los jugadores no vienen.

P. Y en ese mundo gris de las comisiones también se acusa a directivos y presidentes.

R. Es muy fácil acusar. Nosotros todas las comisiones las hemos pagado de una forma oficial, con su factura correspondientes.

P. Si las sombras de su gestión económica no le derrotan...

R. A mí me gustaría que todos fuéramos Santa Teresa de Jesús. Pero en el fútbol, por desgracia, no se puede. Y no sólo en el Madrid, sino en todo el mundo. El Barcelona tenía no sé cuántas actas de hacienda porque tenía paraísos fiscales hechos por el propio club. Y la construcción es igual. Yo recuerdo cómo Borrell tuvo que reunir a los grandes empresarios para que se comprometieran a no pagar comisiones...

P. ¿Y en el fútbol no podrían pactar lo mismo?

R. Sí, pero al final, como en la construcción, las promesas serían mentira. Cuando un club quiere a un jugador se olvida.

P. Como se olvidan los presidentes de que a algunos grupos, como Ultras Sur, no conviene fomentarlos.

R. Nosotros intentamos que fuera un grupo de apoyo al Madrid. Y colaboramos con las fuerzas de seguridad para que los tengan controlados. Lo que pasa es que es difícil. Hay algunos que no van a animar, sino a montar follón. Pero contra eso no podemos hacer nada.

P. ¿Por qué tiene tanta familia en el club?

R. Tres hijos. Dos futbolistas, que le han dejado beneficio al club. Paco, en su momento, 50 millones. Y Fernando, que ha sido campeón de Europa y del mundo, 300. Y luego, Lorenzo, que ha reconducido una sección que era un desastre y que como responsable ha conseguido la Liga ACB después de seis años. Y trabaja sin cobrar una peseta. Trabajando así ser hijo, primo o hermano no cuenta. Además, su cargo lo pasé por una asamblea.

P. Volvamos al fútbol. El Madrid ha ganado dos Copas de Europa en los últimos años, pero la sensación es que sin un modelo estable.

R. Lo hemos intentado. A Capello lo fichamos por tres años, y se fue al Milan. Y luego, no encontramos a la persona idónea. Porque no podían con el vestuario, les venía grande...

P. ¿No le hace sentirse vulnerable tanto cambio de entrenador?

R. Claro que sí. Cuando le tienes que decir a un entrenador que no puede seguir es que algo falla. Pero nos ha costado encontrar al entrenador adecuado. Creo que ya lo hemos encontrado con Del Bosque. Tardamos en confiar en él porque, sinceramente, creíamos que no quería ser entrenador del primer equipo. No voy a entrar en la táctica, pero ha sabido unir al vestuario, que era difícil.

P. La octava es su gran baza, un buen punto de inflexión para evitar la convulsión del club. Pero con la séptima no lo logró. Al momento dio la sensación de que la Copa de Europa no se había ganado en 400 años. Y otra vez las urgencias y el runrún.

R. Sí, no supimos aprovechar esa Copa de Europa. Yo entonces pensé que esa plantilla iba a hacer historia. Pero nos encontramos que al año siguiente se vino abajo. No sé si por el entrenador, por los jugadores...

P. O por la inestabilidad del club, de la directiva.

R. Puede ser. Pero no cabe duda de que fuimos capaces de enderezar el rumbo y ganar otra vez la Copa de Europa. Y el año que viene el objetivo prioritario es la Liga. No puede pasar un año más sin que el Madrid gane la Liga.

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