Dos actrices escenifican una visión ácida de la vida

La compañía Teatro Flaco reflexiona sobre la existencia en el teatro Pradillo. Le bastan dos actrices, Marina Durante y Marta Hurtado, una carretada de humor ácido y una cuerda floja, título de la obra y metáfora de lo movedizo de la vida. El montaje aúpa al escenario "personajes, situaciones, momentos y altos en el camino, con el abismo siempre ahí, que a veces amenaza, otras seduce, se asoma, se acerca, se aleja", según los programadores. Marina Durante, que además oficia de coguionista, explica el porqué del guiño de la cuerda floja circense: "El circo es todo alegría, pero también tiene su lado triste; y en la vida hay momentos de todo tipo, pero abundan los duros, por lo que debemos vivir los alegres con mayor intensidad". El montaje origina carcajadas y tensión dramática alternativamente, como a fogonazos, al decir de los programadores. Por una razón: "Esperas que el público sienta algo fuerte y hondo, pero que del mismo modo tenga momentos de respiro y descanso para reírse de aquello que le ha impactado antes", explica la otra actriz protagonista, Marta Hurtado.

La cuerda floja. Hasta el 23 de julio (de miércoles a domingo) en el teatro Pradillo (Pradillo, 12), a las 21.00. Precio: 1.500 pesetas.