"Un sitio ideal para el títere callejero"

Pueblo rehabilitado

Hasta 34 montajes de títeres, de compañías nacionales y algunas extranjeras, podrán verse a lo largo de dos meses en dos escenarios del parque del Retiro, dentro de la programación del festival Titirilandia 2000. En esta ocasión, Titirilandia ha seleccionado a 28 compañías, la mayor parte de ellas españolas y cuatro procedentes de países como México (Títeres Palleti), Brasil (Anima Sonho), Francia y Argentina (Marionetas en Libertad, y El Retablo de la Ventana).Algunas de estas 28 formaciones han venido en más de una ocasión al festival del Retiro, cuyo principal atractivo para los titiriteros reside en la cercanía de un público al que, por otro lado, consideran "entendido", debido a la programación habitual que el teatro del Retiro ofrece los fines de semana de todo el año.

Es el caso del veterano grupo aragonés Arbolé, que viene por tercera vez al certamen porque "es el sitio ideal para el títere callejero y pendenciero; la gente es muy receptiva y los horarios son magníficos", en palabras de Esteban Villarrocha, integrante del mismo.

Teatro Arbolé constituye un caso que tira por tierra la imagen más extendida del titiritero solitario que viaja con la única compañía de una maleta para guardar los bártulos de hacer teatro. La formación, con una trayectoria de 15 años y una treintena de montajes en su haber, abrió hace 10 una sala propia en Zaragoza. A pesar de ello, siguen interesados en acudir al Retiro con el deseo último de reivindicar el trabajo de calle. "El titiritero", dice Villarrocha, "surgió en la calle, y qué mejor que volver al origen del oficio". Tanto empeño en dignificar el teatro callejero hizo que la compañía construyera un carro ambulante que, además de ser teatrillo de títeres, sirve como cajón para transportar a los muñecos y utensilios de la obra.

Para los Arbolé, actuar en el Retiro tiene un importante contenido sentimental: "En nuestros comienzos", relata Villarrocha, "conocimos a Paco Porras (artista fallecido, creador del popular personaje de Pirulo), titiritero, loco, apasionado y heterodoxo, y en algunas ocasiones participamos en su programación del Retiro antes de que el Ayuntamiento levantara el actual teatro. Después, Paco vino a Zaragoza y fue de los primeros en trabajar en nuestra sala".

También reconoce "una fuerte carga emocional" otra compañía aragonesa, Trapalanda. Para Agustín Montero, miembro de la misma, la emoción surge de su propia biografía: "Yo vi muchos títeres en el Retiro cuando viví en Madrid; entonces eran un divertimiento para mí, sin que pensara que algún día podría ganarme así la vida".

Los Trapalanda (tres titiriteros y un técnico) llegarán a Madrid en su furgoneta propia, procedentes del pequeño pueblo pirenaico de Aineto, donde habitan y que rehabilitaron hace 18 años, después de que sus últimos habitantes lo abandonaran. Vienen con un espectáculo de pequeño formato, Cuentos imprevistos, que cabe en cinco maletas y un baúl y que montan en presencia del público.De mucho más lejos acuden El Retablo de la Ventana, formación argentina integrada por dos maestros afincados en Bariloche, ciudad de la Patagonia, Marcelo Roca y Liliana Cutillo. Viajan con un técnico, y para cruzar el charco han decidido traer dos montajes de pequeño formato (El último caballero, para niños, y Uno, para adultos), que, entre los dos, apenas ocupan un par de maletas.

En 1998, El Retablo de la Ventana realizó una gira de 10 meses por diversas ciudades españolas y portuguesas; en la temporada actual se han instalado temporalmente en España ("hemos venido con mejores contratos") para participar en acontecimientos tan variados como el Carnaval de Vigo, el maratón de cuentacuentos de Guadalajara o una semana cultural en Alcalá de Henares. Ahora esperan ilusionados su participación en Titirilandia y consideran "un honor actuar ante el público del Retiro".