Cuatro personas mueren en dos accidentes en la carretera de Valencia

La carretera de Valencia (N-III) vivió ayer un lunes negro. Cuatro personas fallecieron en dos accidentes de tráfico en un tramo de cinco kilómetros de la citada vía en sólo tres horas, informó ayer Tráfico. Una de las colisiones sucedió porque el conductor se durmió al volante, según las primeras hipótesis de Tráfico. El otro, en el que falleció una madre y su hijo, supuestamente por una distracción. Con éstas, son ya siete las muertes en la N-III desde el sábado.

El primer accidente mortal registrado ayer en la carretera de Valencia (N-III) ocurrió a las ocho de la mañana en el kilómetro 24 de la autovía, un conocido punto negro -tramo en el que se registran más de tres accidentes mortales al año-. Se trata de un cambio de rasante situado en el término de Rivas-Vaciamadrid, según explicó Tráfico.Benchorfi Rfif, argelino de 50 años, conducía un Ford Fiesta, con matrícula A-6677-DD, por el kilómetro 24,100 de la N-III, con dirección a la costa. Le acompañaba, A. R. R., español de 56 años. Eran las ocho de la mañana. Rfif se durmió al volante y el coche se salió de la calzada por el lateral izquierdo, según Tráfico.

El coche cruzó la mediana e invadió los carriles del sentido contrario. Un Seat Toledo con matrícula M-1931-YU no pudo esquivarle. Colisionaron de frente. Los dos ocupantes del Ford Fiesta fallecieron al instante. Carlos, de 49 años, el conductor del Seat, resultó herido. Una ambulancia del Insalud le trasladó al hospital Gregorio Marañón. Su vida no corre peligro.

Tráfico sospecha que el conductor se durmió al volante por la denominada huella del sueño: el coche no deja marca de frenazo antes de salirse de la vía, sino que lo hace después, supuestamente cuando el conductor se despierta y se da cuenta de que ha perdido el control del coche, momento en el que pisa el freno.

El segundo accidente mortal que registró ayer la carretera de Valencia ocurrió a las 11.10, en el kilómetro 19,500, dentro del término de Arganda del Rey. Isidoro D. A., de 66 años, y su madre, Teodora A. A., de 89, viajaban en su Peugeot 205, con matrícula M-2625-ST, en dirección a Madrid. Las primeras hipótesis apuntan a que Isidoro se distrajo al volante y se salió de la calzada por la margen izquierda. El coche colisionó contra la valla metálica de la mediana, volcó y chocó contra una farola. Madre e hijo murieron del golpe.

En lo que va de año, la N-III en su recorrido por la provincia de Madrid se ha cobrado 28 víctimas mortales en los 70 kilómetros que transcurre por la Comunidad de Madrid, a una media de cuatro muertos al mes, según Efe. Los alcaldes de Rivas y de Arganda reclaman mejoras en la carretera, informa Ángel Zagra.

Por otro lado, un conductor, de 60 años falleció y su esposa resultó herida grave, en un accidente en la confluencia de las carreteras N-320 y M-120, en el municipio de Talamanca del Jarama. Un Seat Toledo se saltó una señal de tráfico y golpeó al Ford Orion, que salió despedido e impactó contra un autobús. En el autocar sólo iba el conductor.