Los Cester pierden a su segundo hijo en 4 años

"Que Jordi Cester no sea uno de los muertos, por favor". El comentario se contagió de boca en boca por las calles de Viladecans. Los padres de Jordi, Rosa y Marcos, habían perdido ya a su hijo mayor, Marcos, de 11 años, hace cuatro años. Se lo llevó la leucemia. La pescadería de los Cester, en la calle Jaume Abril, recordaba su nombre. El matrimonio no había superado este primer mazazo de la vida.Pero Jordi sí estaba en la lista negra. Desde primera hora de la mañana, en la pescadería colgaba el cartel: "Cerrado por defunción".

"Era muy bueno, y también guapo. A mí me gustaba mucho". Lo dice Cristina, una de sus compañeras de colegio. Cristina le había pedido a su madre ir de colonias a Aranda de Duero, y a su madre le había extrañado la insistencia porque este verano no iban otros chicos de su misma clase. Pero Jordi sí iba. Cristina no fue. Ayer lo vio pasar, por última vez, en un coche fúnebre, ante el colegio donde se habían conocido.