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Electrabel y TXU acuerdan derechos sobre las acciones de Cantábrico, pero niegan que exista plan concertado

La compañía estadounidense Texas Utilities (TXU) y la belga Electrabel, que adquirieron esta semana las acciones que La Caixa y el Banco Sabadell mantenían en Hidrocantábrico, informaron ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que han firmado un contrato por el que Electrabel concede a TXU un derecho de adquisión preferente sobre un máximo del 4,9% de las acciones que posee en la compañía asturiana.La CNMV solicitó esta semana información a ambas compañías después de que adquirieran los títulos de La Caixa y el Sabadell y se convirtieran en los principales accionistas de la eléctrica asturiana con un 19,2% TXU y un 10% Electrabel.

Pese a admitir el pacto, cuya vigencia es de un año, TXU y Electrabel negaron, en la misma comunicación a la CNMV, que hayan concertado una estrategia conjunta en la compañía asturiana. "No se ha acordado ni se acordará pacto alguno relativo al ejercicio de los derechos de voto, que corresponden a TXU y a Electrabel como consecuencia de su participación accionarial en Hidrocantábrico, en relación con los cuales cada una de ellas gozan de libertad absoluta para su ejercicio", aseguran en la comunicación.

El pacto accionarial, que otorga a TXU el derecho a adquirir parte de las acciones de Electrabel -4,9% es el límite a partir del cual la compañía estadounidense superaría el límite de participación del 25% y tendría que lanzar una OPA- recoge la posibilidad de que Electrabel se vea obligada a desinvertir en Cantábrico, en todo o en parte, "por cualquier autoridad de la competencia, ya sea española o comunitaria".

El pacto accionarial fue considerado ayer por fuentes cercanas a la dirección de Cantábrico y a los grupos de accionistas más importantes como la prueba del nueve de que ambas compañías, TXU y Electrabel, mantienen una acción concertada en su estrategia sobre la eléctrica asturiana.

Si la CNMV llegara a la misma conclusión, podría abrir una investigación formal y tomar medidas sobre ambas empresas como la obligación de lanzar una OPA.

Mientras se suman elementos de confusión en torno al futuro de Cantábrico, con TXU sin confirmar ni negar posibles nuevas ofertas y con la dirección que encabeza Óscar Fanjul en busca de otros socios, la compañía se mantuvo ayer en Bolsa relativamente estable, con un ligero descenso del 0,5%.

Los movimientos en torno a Hidrocantábrico han disparado, además, los rumores sobre otras compañías. Electrabel está controlada por la francesa Suez Lyonnaise des Eaux y en ésta participa La Caixa, accionista a su vez de Endesa (cerca del 5%). En la carambola a múltiples bandas, Endesa ha sido señalada por los rumores como canditada a una gran alianza con Suez Lyonnaise.

Endesa negó ayer, en un comunicado enviado también a la CNMV, que haya alcanzado algún acuerdo con la compañía francesa. Sí admitió, como en otras muchas ocasiones, que mantiene "conversaciones informales" con otras compañías europeas para mejorar sus oportunidades de negocio.

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