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Amaia Lasa Alegría publica tres décadas de obra poética

Traducción

Amaia Lasa Alegría (Getaria, 1948) lleva tres décadas dedicada a la poesía. Su extensa obra literaria le ha convertido en una de las escritoras más solventes que ha dado el País Vasco. Lasa, que publicó Poema bilduma -su primer libro- junto a su hermano Mikel en 1971, apostó por hacer del euskera el vehículo de sus sentimientos. No era la lengua que mejor dominaba, pero "corría el riesgo de desaparecer y era la que más amaba", afirmó ayer. Desde entonces, no ha dejado de escribir y ahora reaparece en el panorama editorial con Geroaren aurpegia (El rostro del futuro), un volúmen que recoge la integridad de su obra lírica en euskera y su traducción al castellano. Lasa presentó ayer en San Sebastián este libro junto a los escritores Felipe Juaristi y Félix Maraña, impulsores de Poesía vasca, hoy, la colección que edita la UPV y que engloba la propuesta de la poetisa. Desde sus primeros poemas, que figuran bajo el mismo título del libro, hasta obras hasta ahora inéditas que completan su discurso. En todas se perciben las grandes guías que han marcado su trayectoria: la rebeldía, la persistente búsqueda de la libertad y la verdad y un feminismo sentido.

Dijo Juaristi que la poesía de Lasa "como la de ningún autor, cambiará el mundo, pero toca de lleno. Después de leer su poesía nada es igual". Lasa, diplomada en Magisterio, no busca deliberadamente plasmar temas concretos en versos; cualquier detalle sugerente, gesto, acontecimiento por pequeño que sea, puede acabar en un papel. "No pienso demasiado la poesía", confesó, "la vivo y la siento". El resultado es una obra en la que la autora se desnuda en pensamientos y sentimientos y aproxima al lector a una literatura de género. "Siempre me ha gustado reivindicar la libertad para quienes están marginados", señaló ayer en la presentación del volumen, "y por eso figuran tantas referencias al feminismo y la femineidad. Aunque se ha avanzado mucho, todavía estamos marginadas. No se ha conseguido la igualdad".

La escritora había publicado hasta la fecha toda su obra en euskera. Pero sintió la necesidad de verla impresa en castellano. "Siempre he pensado que hemos conocido a grandes escritores gracias a la traducción. ¿Por qué no dar a conocer nuestra propia literaratura?", dijo. En su camino topó con el crítico y editor Félix Maraña, que hizo posible la publicación bilingüe de Geroaren aurpegia.El también poeta José Luis Padrón y Amaia Agirre se encargaron de las traducciones. A Lasa le resulta tan raro leerse en castellano como sumergirse en versos que escribió hace 30 años. Cuando echa la vista atrás, confiesa que constata una evolución en su trayectoria, pero no acierta a concretar en qué extremos. "Ahora", señala, "busco la calidad y nuevas vías. No me preocupa tanto publicar como inventar un nuevo a, e, i, o, u".

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