Un atleta australiano acusa a sus dirigentes de permitir el dopaje

Dos millones en sustancias

El lanzador de disco australiano Werner Reiterer, medalla de oro en los Juegos de la Commonwealth, acusó ayer a las autoridades deportivas de su país de haber cerrado los ojos ante su utilización de productos dopantes. El atleta, de 32 años, ha realizado estas declaraciones durante la presentación de su libro Positivo, que narra hasta qué punto está extendida la utilización del dopaje en el deporte. Reiterer, que ha anunciado que se retira de la competición a pesar de que formaba parte de los preselección para para los Juegos Olímpicos de Sydney, manifestó que se había decidido a contar su historia para tener la conciencia tranquila.El presidente del Comité Olímpico Australiano (AOC), John Coates, indicó que el contenido del libro en cuestión es "turbador" y que Tricia Kavanagh, juez de la Comisión de Relaciones Industriales en el Estado australiano de Nueva Gales del Sur, y ex vicepresidenta de la Agencia Australiana contra el Dopaje Deportivo (ASDA), se encargará de investigar si lo denunciado por el atleta es cierto.

Werner Reiterer ha indicado que decidió doparse tras ser medalla de oro en 1994 en los Juegos de la Commonwealth de Canadá, ya que constató que era el único medio para alcanzar el nivel olímpico. Había participado en los Juegos de Seúl 88 y Barcelona 92 y regresó a la competición en 1997 tras haberse retirado durante 8 meses en 1996, perdiéndose los Juegos de Atlanta.

El atleta ha precisado que poca gente en Australia está al corriente de su régimen dopante, pero que responsables del mundo del deporte, cuyos nombres se ha negado a dar, le han ayudado en la utilización de estos productos con el fin de que no pudieran ser detectados. "He recibido consejos de estas autoridades para saber cómo administrar esto", indicó. Asimismo, ha explicado que cuando empezó a recurrir a estas sustancias "uno de los responsables deportivos australianos de mayor peso" se dirigió a él durante una competición en Suecia para decirle: "Entiendo que hayas cambiado tus métodos de entrenamiento. Eso no ha pasado desapercibido". Reiterer ha subrayado que en estas palabras entendió que había dado positivo, pero nunca se llegó a revelar.

Werner Reiterer ofrece detalles en su libro sobre los medios que utilizan los deportistas para evitar los controles por sorpresa, gracias a dos de sus compañeros de entrenamiento, que disponían de teléfonos móviles destinados únicamente a recibir llamadas de la ASDA. "Cuando el teléfono sonaba, sabían que era para pasar un control y desaparecían inmediatamente durante algunos días, el tiempo suficiente para que el producto dopante desapareciera del organismo. Después, llamaban por teléfono para pasar el control". Werner Reiterer considera que, en tres años, ha gastado unos 12.000 dólares americanos (unos dos millones de pesetas) en sustancias dopantes, generalmente hormonas de crecimiento como la testosterona y esteroides, que son indetectables.