El consenso se desvanece tras una reunión que distancia a los aspirantes azulgrana

Se desvanece el consenso. La posibilidad de que las cuatro precandidaturas aspirantes a la presidencia del Barça se uniesen en una sola y se evitase así el proceso electoral quedó ayer frustrada. Tras una reunión celebrada el martes por la mañana y convocada, según Lluís Bassat, por Joan Gaspart con carácter confidencial, los dos precandidatos con más posibilidades decidieron dar carpetazo a las conversaciones y seguir con la campaña en solitario. La negativa de Joan Castells a rubricar el consenso y las diferencias entre Bassat y Gaspart parecen estar en el origen de esta ruptura.

"No pactaré con nadie que no esté dispuesto a llevar adelante un proyecto de renovación". Con estas palabras el precandidato a la presencia del Barça Lluís Bassat descartó ayer cualquier posibilidad de que la carrera electoral acabase antes del 23 de julio, fecha de las elecciones, con una única candidatura de consenso que evitaría los comicios. Joan Gaspart le secundó. "La realidad del Barça no hace posible el pacto, el consenso. No nos engañemos. El tema está cerrado y habrá elecciones", expuso. Los dos precandidatos coincidieron, pues, en el fondo pero no en la forma. Y es que, mientras Bassat se explayó en los porqués de la ruptura sin revelar el contenido de la reunión, Gaspart se negó ayer a dar cualquier tipo de explicación al respecto. Sin embargo, fue la posibilidad de crear una única precandidatura la que el martes por la mañana provocó un encuentro entre los cuatro precandidatos convocado, según Bassat, por Gaspart. En la reunión, y siempre según Bassat, puesto que el resto de precandidatos no se ha manifestado, Gaspart propuso acabar con la fractura social del Barça montando una única candidatura que estaría presidida por Bassat y que tendría a Gaspart, Castells y Llauradó como vicepresidentes. Castells, manteniéndose firme en su postura, declinó de entrada el pacto y fue el primero en abandonar la reunión. Gaspart y el también precandidato Jaume Llauradó se mostraron favorables al acuerdo mientras que Bassat dijo ayer: "Escuché lo que tenían que decirme con escepticismo y sin pronunciarme".

La reunión que debía producirse ayer no se llevó a cabo. "Intuyo", explicó Bassat, "que alguien le dice [a Gaspart] que no puede aceptar el consenso y se desconvoca la reunión". El publicista aclaró después: "Durante veintidós años ha sido el hijo obediente y seguirá siéndolo", en una clara referencia a la relación entre Gaspart y el presidente azulgrana, Josep Lluís Núñez. Y es que Bassat sospecha que el presidente azulgrana se mantiene en la sombra de la precandidatura de Gaspart. "Esto se ha acabado. No asistiré a ninguna reunión más porque sólo han servido para que alguien que tiene miedo y no quiere dejar su silla en el palco ganase tiempo", dijo en referencia a Gaspart.

Bassat aprovechó para zanjar la guerra dialéctica con Núñez. "Para mí, Núñez ha muerto y dentro de unos días será un socio más. No le contestaré más porque sería entrar en su juego", arguyó.

El ex vicepresidente, por su parte, se negó a ofrecer cualquier explicación sobre la reunión y se limitó a exponer sus argumentos para descartar el consenso. "Todos aquellos que quieran romper con el pasado, que no cuenten conmigo. Y Bassat plantea una renovación total", expuso. Gaspart sigue dejando la puerta abierta a que sus rivales puedan integrarse en su directiva si el 23 resulta vencedor. Bassat, en cambio, cerró cualquier posibilidad de incluir a Gaspart en su precandidatura o futura junta. "No reservo ningún cargo a Gaspart porque ha hecho una campaña de continuidad. Aunque se disfrace de renovador, no hay sitio para continuistas", sentenció. Con reservas, por cuestiones de tiempo, Bassat sí tendió la mano a Castells y Llauradó. Sin embargo, Castells se mostró beligerante. "[La filtración de la noticia] tiene la intención de desestabilizar al resto de precandidatos para forzar un pacto, que no será porque no soy favorable a él", manifestó el presidente de la mutua FIATC en alusión a Bassat. El cuarto afectado, Llauradó, no descartó la posibilidad de integrarse en otra precandidatura.

En el fondo de esta marea, resuenan con fuerza los ecos de una encuesta realizada por el equipo de Bassat, según la cual, por primera vez, el publicista supera en un 1.5 puntos en intención de voto a Gaspart.