Bono promete que si gana integrará en su ejecutiva a "otros" de los aspirantes

El candidato a la secretaría general del PSOE José Bono ofrecerá a "otros" aspirantes a ese cargo integrarse en su ejecutiva si resulta vencedor en el congreso de finales de mes. Esta hipótesis se puede dar si el congreso adopta la decisión de que los candidatos se presenten por un lado y que el vencedor, posteriormente, someta a votación de los delegados su ejecutiva. De manera solemne, Bono aseguró que "nunca" participará en una votación de segunda vuelta, porque implicaría que en la primera no logró el 51% de los votos.

El presidente castellan-manchego mostró su disposición a que alguno de los otros candidatos pudiera formar parte de su equipo, si él se alza con la victoria: "Si yo pudiera integrar a gente valiosa de otras candidaturas, sería tonto no hacerlo, pero no como componenda ni como un trato, sino por la voluntad de integración".En aras de la citada integración se preguntó a Bono si incluiría en su ejecutiva a Alfonso Guerra y al presidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Y respondió: "Juan Carlos es un gran compañero al que estimo y con el que he trabajado muchas veces y si se dejara, si aceptara, sería bueno que estuviera y alguna vez lo he pensado; de la otra persona no lo he pensado".

Por otra parte, Bono considera que si hay segunda vuelta, "y no por soberbia sino por limitación personal", no puede llevar con la fortaleza que se requiere al partido hacia la victoria electoral. El presidente de Castilla-La Mancha aprovechó ayer unos actos institucionales en Madrid para dedicar unas horas a su campaña como candidato a la secretaría general del PSOE. Primero se reunió con el portavoz de Iniciativa para el Cambio, Manuel Escudero, que le entregó una serie de propuestas políticas con las que Bono se mostró globalmente de acuerdo. "Escudero es un buen socialista y una persona muy bien intencionada", dijo.

Después se dirigió a una reunión con los delegados al congreso de la Federación Socialista Madrileña. El actual secretario general de la FSM, Jaime Lissavetzky, le recibió y acompañó en una conferencia de prensa anterior al encuentro con los militantes. La mayoría de esos delegados pertenecían a la candidatura de Lissavetzky, que obtuvo en el congreso un 38% de los votos frente al 62% que cosechó la encabezada por Matilde Fernández y en la que se integraron Izquierda Socialista, antiguos borrellistas, Renovadores por la Base y personas de Nueva Vía, que lidera José Luis Rodríguez Zapatero, otro aspirante a la secretaría general. En esta reunión sólo hubo cuatro delegados de esa candidatura y nadie del sector guerrista.

Los mensajes que ayer lanzó Bono parecen indicar su convicción de que a estas alturas no es posible la integración de candidaturas sin que se interprete como un "cambalache". Es más, pareció preferir que nadie se retire: "Hay gente que quiere que lleguemos a acuerdos pero entiendo que cuando una persona dice que se presenta, tiene que hacerlo, y yo no deposito ninguna esperanza, no las busco, en llegar a la secretaría general porque se retire otro; quiero que se culmine el proceso en las votaciones".