_
_
_
_

El fiscal jefe de Sevilla cree que la ley penal del menor debe dar una solución educativa a la delincuencia juvenil

Alfredo Flores, fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Sevilla, salió ayer de su despacho para conocer a pie de calle las posibilidades de aplicación de la nueva Ley de Responsabilidad Penal del Menor, que entrará en vigor en enero de 2001. Flores quiso hacerlo en contacto con la cruda realidad de uno de los barrios más conflictivos de la ciudad, el Polígono Sur. Recorrió, en concreto, la zona de las 624 Viviendas, conocida como Las Vegas. El fiscal jefe dijo tras la visita que comprende que algunos menores cometan delitos cuando sufren "estas condiciones de vida infrahumanas" y apostó por las soluciones educativas que contempla la ley para abordar esos problemas.

Alfredo Flores se reunió con miembros de las asociaciones de vecinos del barrio en un centro cívico del Polígono Sur. Los portavoces de los colectivos vecinales expusieron al fiscal jefe de la Audiencia de Sevilla las necesidades más acuciantes del vecindario e hicieron especial hincapié en los problemas que, como el absentismo escolar y la deficiente asistencia sanitaria, tiene la infancia en la zona y que, según el propio Flores, explican en gran medida el alto nivel de delincuencia juvenil que sufren las 3.000 Viviendas.Ante la próxima entrada en vigor de la nueva ley penal del menor, el fiscal jefe dijo que la vía para solucionar esos niveles de delincuencia entre los jóvenes de la zona es "revisar la oferta educativa, cultural, deportiva y de convivencia que se les ofrece, antes que optar por medidas represivas y penales".

Flores, acompañado por los dirigentes vecinales y por dos fiscales de menores, visitó las calles más duras de la barriada. Portal por portal, el fiscal jefe conoció la increíble situación de abandono de los bloques que componen las 624 Viviendas, la zona que se conoce popularmente como Las Vegas.

Allí pudo ver la basura que se acumula en cualquier rincón (los vecinos denuncian que Lipassam pasa una vez cada mes o cada dos meses), pisar los charcos de agua estancada que salpican las calles y oler la peste que desprenden las innumerables goteras de aguas fecales que caen sobre las aceras.

Flores pudo principalmente oír las denuncias de los pocos vecinos que no se escondían tras las esquinas a su paso y al de la comitiva que le acompañaba. Denuncias referidas sobre todo al abandono que sufre el barrio, a la falta de control en la ocupación ilegal de viviendas o de antiguos locales destinados a actividades sociales o comercios o a las inexistentes inversiones públicas en la zona.

"Estamos muertos y vienen a hacernos la autopsia para aprender algo para sus barrios", denunciaba al paso del grupo de extraños uno de los vecinos. Tras el paseo, Flores aceptó que a aquel hombre no le faltaba razón. "Es normal que se consideren conejillos de indias. Todo el mundo viene a conocer la barriada y nunca se hace nada. Pero debemos recuperar la credibilidad perdida. Esperemos pillarles en fase terminal, pero antes de morir", dijo el fiscal jefe en respuesta a la metáfora que oyó minutos antes. Flores comentó también que dará traslado al Ayuntamiento de sus impresiones tras el recorrido".

"Cristos vivos"

Impresionado todavía por la visita, Flores contestó contundente cuando se le preguntó por el archivo judicial de la investigación sobre los sucesos de la madrugá. "Me gustaría que todas las personalidades importantes y conocidas de esta ciudad que tanto se preocuparon por lo que sucedió en Sevilla aquella noche tuvieran la misma preocupación por solucionar lo que pasa cada día en estos barrios marginales", dijo.

Y añadió "ruborizado": "El mismo respeto que tenemos por los cristos que procesionan en Semana Santa deberíamos tenerlo por los cristos vivos que malviven aquí".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_