"Mis subidas por la banda son un impulso"
Míchel Salgado Fernández (Pontevedra, 1975) se hizo famoso en toda Europa gracias a un partido de España. Se libró contra la selección italiana, en Salerno. Terminó en empate, pero la noticia era otra: los clubes del calcio se enteraron de que había en Vigo un terzino (lateral) derecho que se colaba en todas las rendijas. Jugaba en el Celta y al año siguiente fichó por el Madrid. Allí comenzó vacilante, pero pronto volvió a las andadas. O sea, a esas carreras desbocadas en las que parece dejarse un litro de sudor cada vez que remonta la banda. El periplo le valió un noviazgo con la hija del presidente del Madrid, Malula Sanz. Y ha dejado un par de arrancadas históricas cuyos desenlaces acabaron con goles en contra del enemigo en un par de duelos cruciales. La primera víctima de Salgado fue Keane, en Old Trafford. La segunda, Jeremies, en el Bernabéu. Tras un centro suyo, los contrarios, quizá perplejos ante el caos que sembraba, metían la pelota en propia meta. En esta Eurocopa, sus carreras, regates y colisiones han proseguido con desigual resultado.Pregunta. ¿Cuál es el primer partido que recuerda como espectador?
Respuesta. Un Celta-Sabadell. Me acuerdo como si fuera hoy. Tenía cuatro años y mi padre me llevó en taxi a Balaídos. El portero del Celta era calvo, y me llamó la atención.
P. ¿Contra qué futbolista le gustaría enfrentarse?
R. No tengo preferencias. Mis compañeros son los mejores jugadores del torneo y les veo en los entrenamientos.
P. ¿Su jugador favorito?
R. Maradona.
P. Si se quedara en el paro, ¿cómo se vendería en las páginas amarillas?
R. Currante por la derecha. Ojo: 'Por la derecha' y no 'de derechas'.
P. ¿Cuál es el aspecto que más le gusta de su profesión?
R. He cumplido un sueño.
P. ¿Y el que más le disgusta?
R. Algunas cosillas. No sería justo mencionarlas. Lamentarse en mi situación no vale de nada.
P. ¿Qué cualidad no advierten los críticos en usted?
R. Eso es muy relativo. Yo sólo valoro mi trabajo cuando tengo la conciencia tranquila de haber dejado todo lo que tengo en el campo de juego.
P. ¿Qué defecto le gustaría superar?
R. No lo sé.
P. ¿Ha superado alguno?
R. Sí. Que no me gustaba jugar como defensa y ahora lo he asumido. Antes jugaba más como interior.
P. Por lo que se ve en el campo usted sigue jugando como un interior. ¿Esas subidas por la banda están premeditadas?
R. Es un impulso. A veces es necesario romper el partido con jugadas que nadie se espera.
P. ¿Y no cree que así corre el riesgo de descuidar su responsabilidad como defensa?
R. Sí, es un riesgo que corro.
P. ¿Le interesa el atletismo?
R. No.
P. ¿Qué otro deportista le ha fascinado?
R. Induráin y Jordan.
P. ¿En qué estadio le gustaría jugar?
R. En Rotterdam, la final de la Eurocopa.
P. ¿Qué jugador le ha traído más complicaciones en un partido?
R. En la izquierda hay muy buenos jugadores. Stankovic y Rivaldo por ejemplo.
P. ¿Prefiere el fútbol italiano o el inglés?
R. Si recibo una oferta de Italia y otra de Inglaterra me lo pensaría mucho. Depende de la edad. Si eres joven, Italia está bien. Si no, Inglaterra.
P. ¿Si fuera ojeador ¿a qué jugador recomendaría?
R. Raúl.
P. Entre un todoterreno y un deportivo...
R. ¡Con el deportivo!
P. ¿Cómo sobrevive a no poder ver Gran Hermano?
R. No lo he visto nunca.
P. ¿Cuál fue el programa de televisión imprescindible de su infancia?
R. Un, dos, tres.
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