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Italia exprime su vieja fórmula

Los italianos ganan a Rumania y pasan a semifinales sin apearse de su fútbol ultradefensivo

José Sámano

EUROCOPA 2000Cuartos de final

Italia discurre ya por las semifinales sin haber ofrecido unas gotas de fútbol. A su manera, la de toda la vida, despachó a Rumania tras un partido sedoso, enredado desde el inicio por la vía italiana, una vieja fórmula del calcio que consiste en bajar la persiana desde el primer minuto. Ellos no juegan y el rival tampoco. Entonces se multiplican las faltas, la pelota siente calambres y, sencillamente, el encuentro queda estrangulado. Si algo no le falta a Italia son jornaleros cualificados para esta faena, caso de los cinco que asfixian el centro del campo, que sudan mucho y piensan lo justo. Eso sí, no perdonan a quien les da vida, como hizo el equipo rumano, muy remendado por las ausencias de Contra, Petrescu, Illie y Popescu.Rumania mantuvo el tipo durante media hora, lo que tardó su defensa en agrietarse de forma calamitosa. Con el encuentro nublado, sin chispa por ningún lado, los rumanos decidieron, sin venir a cuento, tirar el fuera de juego tras un despeje corto de Belodedici. Cada uno se fue por donde quiso y Fiore, que recogió el rechace, dejó a Totti en los morros del portero Stelea, aturdido por la incongruente desbandada de sus defensas.

ITALIA-RUMANIA 2-0

Manuel Caballero: oreja; aplausos. Manuel Díaz, 'El Cordobés': oreja; dos orejas. Eugenio de Mora: oreja; dos orejas. Plaza de Tolosa. Segunda de feria. Tres cuartos de entrada.

Totti, de largo el mejor italiano sobre el campo, acertó. Y un par de minutos después, Hagi falló. En el único despiste italiano en defensa, forzado por una precipitada salida de Toldo, el fabuloso capitán rumano no tuvo fortuna. Su derechazo desde fuera del área, con Toldo por los suelos, se fue al poste y salió escupido en dirección contraria al sueño de Hagi. La jugada marcó el punto de inflexión del partido. Dos arreones por bando, con resultado diferente. Aún se lamentaban los rumanos cuando a su defensa se le abrieron de nuevo las costuras y desatendió un desmarque de Inzaghi por la orilla izquierda, que no estropeó el buen pase de su compañero Albertini. Dos goles que amplificaron la ingenuidad rumana. En ambas ocasiones, armada la defensa amarilla, los italianos, tan cortos de imaginación, acabaron solos frente a Stelea. Italia no necesitó un solo remate más para cerrar medio tiempo con dos goles de ventaja, un océano cuando están por medio los azzurri.

Tratándose de Italia era sencillo sospechar lo que ocurriría después. Rumania empujando con lo puesto y el grupo de Dino Zoff con los ladrillos cerca de Toldo. Jenei parcheó su defensa y perfiló tres centrales y dos laterales con recorrido, en vez de la desastrosa línea de cuatro que había metido al equipo rumano en el pozo. Y para el resto el equipo se encomendó a Hagi, al que casi no le queda cuerda. Con él en el campo todo es posible. Pasea por el campo, pero su zurda es prodigiosa. Su físico nunca le ha distinguido y su buena cabeza tampoco. Tenía una tarjeta y se dejó caer en el área. El árbitro portugués le mandó a la ducha y así caducó de mala manera la carrera internacional del mejor rumano del siglo, un jugador grandioso.

Ni siquiera contra diez y, pese a la caprichosa decisión de Jenei de retirar a Galca, el otro rumano con más luces, Italia se tomó alguna ligereza. Los rumanos tuvieron tiempo y arrestos para darles más de un susto, pero Italia insistió en ensuciar el encuentro e impedir que nada sucediera. Ni a favor, ni en contra, porque lo contrario le resulta antinatural. Tiene una idea y la exprime en cualquier escenario y en toda circunstancia. Y, por ahora, con resultados excelentes. No entusiasma lo más mínimo, pero costará despedirla del torneo. Ha encontrado su vieja pócima y le ha resultado mágica. Italia está en su salsa.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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