Sólo uno de los seis jóvenes que alegó minoría de edad evita la repatriación
Sólo uno de los seis jóvenes que alegaron ser menores de edad convenció ayer a los médicos del Hospital Materno Infantil de Málaga de que tenía menos de 18 años y ha ingresado en un centro de la Junta de Andalucía. Varios de los 37 inmigrantes indocumentados interceptados ayer en una furgoneta afirmaron que habían pasado el Estrecho la semana pasada y tuvieron que esperar durante tres días en Algeciras, escondidos entre la hierba "con frío y con miedo" a que llegara el transporte. Uno de ellos reconoció que pasó en un barco de pesca.
M. R., un joven de 17 años, natural de Marraquech, es el único de los 37 inmigrantes ilegales que no fue devuelto ayer por las autoridades españolas a Marruecos. Ingresó hacia las 19.00 horas en un centro de atención al menor de Torre del Mar, dependiente de la Junta de Andalucía. Ahora los servicios sociales intentarán identificar a su familia para propiciar el reagrupamiento familiar y el regreso a su país. Si la familia no se hace cargo de él, entonces la Junta tiene que ejercer la tutela hasta la mayoría de edad."Estamos destrozados. Hemos estado tres días perdidos en Algeciras, escondidos entre la hierba, no encontrábamos el sitio preciso de la cita". Abdelfataj Elbasrui tiene 19 años, según los cálculos que hicieron ayer en el servicio de urgencias del Hospital Materno Infantil de Málaga. Abdelfataj afirma que es de Settat, localidad cercana a Casablanca, en el interior. Él y otros cuatro jóvenes habían declarado que eran menores de edad y les enviaron a Málaga para un examen. "Se les han realizado unas radiografías del carpo, para determinar la edad aproximada por la osificación", según fuentes del hospital. En el hospital afirman que "cada vez son más frecuentes estos exámenes de inmigrantes que reclaman ser tratados como menores de edad". Desde hace más de tres años se hacen estas verificaciones en Málaga.
Abdelfataj y otros cuatro compañeros fueron declarados mayores de edad, según estas pruebas y anoche ya estaban de vuelta en Marruecos con el resto del grupo. El único que consiguió convencer a los médicos de que tenía menos de 18 años fue el muchacho de Marrachech. Ni M. R., ni Abdelfataj manifestaron tener ninguna profesión. Otro de los jóvenes, Rachid Ahmed, de Casablanca, -de 18 ó 19 años según las radiografías-, dijo que era matarife de corderos y vacas. A todos se les veía deprimidos, mientras esperaban los resultados de las pruebas en el hospital.
También maldecía su suerte Isam, de 25 años, que afirmó en Fuengirola ser delineante y proceder de una localidad vecina a la frontera argelina, en el nordeste de Marruecos: "Yo no conozco a esta gente. Pasé la semana pasada en un barco de pesca y he estado escondido, con miedo, viviendo con los gitanos en Algeciras hasta que me han metido con este grupo". Isam buscaba a un pariente que ya está en España. Una fuente del sector pesquero, que ha preferido guardar el anonimato, reconoce que hay algún barco que se dedica a este negocio y "cobra de 100.000 a 200.000 pesetas por pasajero".
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