Italia gana con lo mínimo

Cuando se trata de utilizar el sistema de pesos y medidas, los italianos no dan un gramo ni un milímetro de más. Mucho menos en un partido de carácter intrascendente. Clasificados como estaban, no podía esperarse nada diferente a lo que les ha dado nombre: tres oportunidades y dos goles. El primero lo marcó Di Biagio, pero tiene que agradecérselo al portero sueco, que saltó tarde y mal. Casi se diría que se agachó. El error del portero trajo graves consecuencias a su equipo, que jugó bien y alcanzó el empate en una excelente definición de Larsson ante Toldo. Demasiado tarde, en cualquier caso, porque de Bruselas llegaban noticias de la victoria de Turquía sobre Bélgica. Y puestos a regalar goles, a Björklund le dio un ataque de pánico en el último minuto: entregó la pelota al enemigo y Del Piero terminó la jugada con un tiro bárbaro.Suecia, que tenía alguna posibilidad de pasar a los cuartos de final, jugó un meritorio primer tiempo y una decepcionante segunda parte. Su entrenador decidió abandonar su querencia por el juego aéreo, y el fútbol le dio la razón. En lugar de Kenneth Andersson, la torre que tanto le obsesiona, alineó a dos pequeños y veloces delanteros: Lar-sson y Osmanovski. Por detrás operó Ljungberg, un buen jugador que metió en dificultades a la defensa italiana. Por la izquierda, apareció Svensson, del que no había muchas noticias. En contra de que la función hace al hombre, ocurrió todo lo contrario. Este tipo liviano y más chiquito de jugador necesitó de otra función, un juego más habilidoso y rasante que pudo dar a Suecia la ventaja en el primer tiempo. No faltaron remates y oportunidades. Ninguna se concretó.

Italia salió a jugar por compromiso. Estaba clasificada y hacía un calor aplastante. 37 grados en Holanda deben ser récord mundial. Demasiado para un equipo donde todos saben quién es titular y quién es suplente. Ni tan siquiera Del Piero intentó reivindicar un puesto en el equipo. Apareció en el segundo gol con un remate espectacular, pero parece lejos del delantero anterior a su lesión de rodilla.

El duro esfuerzo de los suecos mereció mejor suerte. A las oportunidades del primer tiempo siguieron las del segundo. Toldo interceptó un par de remates, pero no pudo adivinar el gran regate de Larsson en el tanto del empate. Cuesta creer que este jugador no tenga garantizado el puesto de titular en Suecia. Como si les sobraran los buenos futbolistas.