Álvarez Cascos pide a los propietarios de terrenos que respeten las reglas para poder iniciar la R-3 y la R-5

El portavoz socialista en la comisión de Infraestructuras, Jesús Caldera, preguntó ayer al ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, por los posibles retrasos en la ejecución de las obras de las autopistas de peaje R-3 (Arganda-Madrid) y R-5 (Navalcarnero-Madrid). Unos 500 propietarios de terrenos por los que debe pasar la autopista rechazan la propuesta de expropiación de Fomento y los concesionarios privados (entre ellos FCC, ACS y Cajamadrid). Los alcaldes de seis municipios se han negado a firmar las actas de ocupación de los terrenos, necesarias para que se inicien las obras.Álvarez Cascos no contestó al socialista Caldera. Cuando terminó la comisión, EL PAÍS le preguntó por la misma cuestión y el ministro señaló: "Hay que tener el máximo respeto con todos los recursos que se presenten, pero los demás deben tener respeto por un procedimiento que está reglado. Si no se respetan estas reglas, se puede caer en una serie de obras que nunca se acabarían porque siempre hay personas que se consideran perjudicadas por el trazado de una autopista". Los propietarios consideran que el Ministerio de Fomento se ha saltado el trámite de sacar a información pública el proyecto de trazado, y que las empresas privadas que construirán las dos autopistas de peaje y que las explotarán durante 50 años (a razón de 10 pesetas por kilómetro y coche) pretenden gastar menos dinero del necesario para conseguir los terrenos.

Según el abogado de los 500 propietarios que se niegan a ser expropiados, Fausto Sánchez Cano, los precios ofrecidos en esta expropiación no superan las 350 pesetas por metro cuadrado, mientras que, hace diez años, el ministerio ofrecía por terrenos similares para carreteras nacionales hasta 450 pesetas por cada metro cuadrado.

Las obras de construcción de la R-3 y de la R-5 deberían haber comenzado en abril pasado, según el pliego de condiciones aprobado por el Ministerio de Fomento para poner en marcha su primera experiencia de construcción de carreteras de peaje en la Comunidad de Madrid con financiación privada.