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EUROCOPA 2000

Una pica en Valonia

Charleroi sólo tiene 3.000 plazas hoteleras para alojar a los 30.000 hinchas que acudirán al Inglaterra-Alemania

Es la ciudad más joven de Bélgica y, como si de una novatada se tratara, el sábado tendrá que acoger el más temido de los encuentros de la Eurocopa 2000, el que enfrentará a las selecciones de Inglaterra y Alemania. Con sus escasos 205.000 habitantes es hoy la metrópolis más importante de la comunidad francófona y la tercera del país. Fue fundada en el siglo XVII y creció gracias a la pujante industria del acero, del cristal y del carbón. Posee uno de los equipos de fútbol más veteranos de Bélgica: el Royal Charleroi SC. Pero su problema principal es la capacidad hotelera, apenas posee 3.000 habitaciones y se espera que unos 30.000 seguidores de los dos equipos inunden la ciudad del Sambre.Charleroi debe su nombre al rey español Carlos II el Hechizado. De ahí viene el nombre familiar de sus habitantes, los carolos, entusiastas y hospitalarios. Se encuentra a apenas 40 kilómetros de Bruselas. Antiguamente era el corazón de la Región Negra de Bélgica y foco central de la revolución industrial en el país. Queda poco de su pasado minero.

Sigue siendo una ciudad industrial moderna. Los sectores del carbón, metalúrgico y del vidrio han dado paso a la industria aeronáutica, química, electrónica y de las telecomunicaciones. El turista tiene pocas cosas que descubrir aquí. El paisaje boscoso que rodea a Charleroi contrasta con la dureza de la ciudad, donde las inmensas fábricas de color ocre desbordan la vista y el olor a industria inunda los sentidos.

Durante los últimos años los carolos se han preparado con esmero para participar en este carnaval del fútbol europeo. La transformación más importante la ha sufrido el Estadio Comunal del Royal Charleroi SC. Al edificio original se le han añadido tres nuevas graderías construidas en forma piramidal que le permiten incrementa su aforo a 30.000 asientos. Su tamaño es similar al del Sclessin de Lieja, el Jan Breydel de Brujas, el Gelredome de Arnhem y el estadio Philips de Eindhoven, sede del PSV.

Ha sido diseñado de manera que, después del Campeonato, sea posible reducirlo de nuevo a 22.000 localidades quitando la hilera superior de asientos y bajando el techo. Los seguidores del Royal Charleroi SC están deseando que el nuevo estadio sirva de inspiración al equipo para alcanzar en el futuro metas más altas porque, a pesar de ser uno de los equipos más veteranos de Bélgica, nunca ha conseguido ganar el campeonato de su país. Pero el estadio plantea dos problemas de seguridad: esta muy encajonado y su arquitectura vanguardista lo hace peligroso. Sus gradas son muy empinadas. En situación normal cuesta incluso bajar las escaleras sin tropezarse.

La pasión por el fútbol se respira en las calles de la ciudad, quizás por la importante colonia de italianos que viven en la ciudad. Pero muchos tienen dudas sobre la capacidad de Charleroi para acoger este encuentro calificado de alto riesgo por la peligrosidad de las hinchadas inglesa y alemana. El campo acogerá la tarde del sábado a unos 20.000 seguidores de las dos selecciones. Sobre todo habrá británicos, más que alemanes, yugoslavos, eslovenos o rumanos. Esto se explica porque de los tres partidos de la Euro2000 que se jugarán en la ciudad, dos los disputará Inglaterra. Además se espera que lleguen en los próximos días otros varios miles de aficionados para vivir la fiesta fuera del estadio.

La capacidad hotelera no llega al medio millar de habitaciones, repartidas en 12 hoteles oficiales, lo que plantea un importante problema, como reconoció el burgomaestre de la ciudad, Jacques van Gomper. "Charleroi no es un destino turístico como Bruselas o Brujas", justificó una responsable de la oficina de turismo de Valonia. Están además los cámpings, con capacidad para otras 500 personas, los hoteles de paso y las habitaciones individuales que ofrecen algunas casas particulares. En total, no se pueden alojar a más de 3.000 personas en la ciudad y todo está completo. El resto de los seguidores se alojarán fuera. "Las distancias son muy cortas en Bélgica y Alemania está muy cerca", dice la responsable de turismo.

El centro está lleno de cafés, bares y tabernas donde los seguidores de los equipos pueden tomar sus copas, en vaso de plástico, eso sí, para evitar que sirvan de proyectiles en caso de bronca. La plaza Carlos II será el lugar de encuentro de la hinchada. Para comer, lo más fácil es ir a una pizzería o a una trattoria italiana. Por lo que se refiere a la infraestructura hospitalaria, la ciudad dispone de cuatro centros muy próximos al estadio donde se disputará el encuentro, que se suman a otros diez repartidos por la provincia. Los accesos a la ciudad son fáciles por carretera desde Bruselas si se sabe donde ir porque, para no variar, las indicaciones de la Eurocopa 2000 son muy escasas. El ferrocarril es la opción más cómoda. Charleroi también tiene aeropuerto.

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