La dirección del PSOE recuerda que los censos del PSPV ya han sido aprobados y cierra la polémica

El responsable de Organización del PSOE, Luis Pizarro, echó el pasado lunes un jarro de agua fría sobre las intenciones de su compañero Javier Paniagua de estimular un debate sobre la adecuación de los censos de las agrupaciones socialistas valencianas. Pizarro recordó a Paniagua y al presidente de la gestora del PSPV, Francisco Granados, que los censos oficiales, tanto para el congreso federal del PSOE como para el de la federación valenciana, están ya cerrados y aprobados con fecha de 23 de marzo pasado, según decidió por unanimidad la propia dirección provisional del socialismo valenciano en un acuerdo remitido y aceptado por la dirección federal del PSOE.Así pues, la dirección federal de los socialistas considera que no hay objeto de debate y que el censo oficial de la agrupación comarcal de Valencia, el más cuestionado por los ciscaristas, es de 4.700 militantes.

Tras la decisión de la gestora del PSOE, ahora corresponderá a la dirección provisional del PSPV, que ha sido convocada para mañana, decidir con qué criterios permite enjugar la deuda de las agrupaciones socialistas para permitir la entrada. El presidente de la gestora del PSPV intentará que el acuerdo que ya se logró en el área de Administración y Finanzas -que se abone el 55% de la deuda pendiente antes del congreso con compromiso de pagar el 45% restante antes de fin de año- salga adelante, pero la decisión no está cerrada. En cualquier caso, el criterio que se adopte será válido para todas las agrupaciones.

En la misma reunión se instará a las ejecutivas comarcales de Camp de Morvedre y de L'Alacantí a repetir las asambleas de las agrupaciones con menos de diez militantes para que elijan sus representantes, que a su vez designarán a su delegado al congreso del PSOE. Este acuerdo es fruto de la resolución de la gestora del PSOE, que ha dado la razón a las impugnaciones presentadas por los ciscaristas en Camp de Morvedre y L'Alacantí. Dada la situación de conflicto, la dirección del PSOE obliga al PSPV a cumplir escrupulosamente con las reglas estatutarias.