Entre el Vila-real y el Lucentum, las listas

Aunque el nuevo ascenso a Primera División ya no se adscribe al ámbito del milagro, los jugadores y la afición del Vila-real visitaron a sus santos patrones; a esas horas, Zaplana también visitaba, en el santuario de La Moncloa, a San Aznar, que le hizo el número de los panes y los peces, y dejó al tercer presidente autonómico de la ronda, con una expresión beatífica. Pero toda la semana se escuchó el alirón de los deportes. Si comenzó por la población de La Plana, concluyó en Alicante, donde el Lucentum derrotó al Lleida, y se ganó un lugar al sol de la ACB, la máxima categoría del baloncesto español. El territorio de los políticos pierde protagonismo, ante el ímpetu de una nueva galería de héroes. El pensamiento único es un instrumento diabólico: quienes tanto lo han alentado corren el riesgo de desaparecer entre sus lodos. Aunque siempre quedan unos renglones para anunciar que se ha admitido a trámite la querella presentada por EU contra José Emilio Cervera.La falacia de las listas de espera

Joan Ribó lo ha clavado: "Estamos presuntamente ante el caso de corrupción más claro de los últimos gobiernos del señor Zaplana". En esa lamentable dirección, la cara crispada de la semana la ofrecen los pacientes fallecidos en el hospital General de Alicante, que aguardaban una intervención quirúrgica, y todo el intolerable secretismo con el que se pretende paliar la gravedad del asunto. Cervera le pasó el marrón a Serafín Castellano, y Serafín Castellano, sin duda, con fines terapéuticos, arremete contra la oposición. Pues, mire usted, aunque la oposición pueda ser de infarto, tampoco explica el enigma de lo que está sucediendo en las listas. La Consejería de Sanidad baraja cifras y las truca: 12.053 pacientes en las de los centros públicos, y dato, bajo llave, cuántos confían ser operados en clínicas privadas, de acuerdo con la oferta del plan de choque. Pero, ¿hasta dónde se piensan que pueden llegar unos mendas que están cobrando jornales bien apañados de quienes, además de ponerlos en el lugar que ocupan, soportan tantas irregularidades?Seis personas han perdido la vida, mientras esperaban su turno. Y eso que, en palabras del propio consejero, estaban "perfectamente controlados", que si no ya ni se sabe qué otro final les hubiera correspondido. Y para arreglar lo que constituye una tragedia, fruto del abandono y desgobierno que sufrimos, Antonio Moreno, portavoz de los socialistas en las Cortes, emplaza públicamente al presidente Zaplana.

Pasarela de aspirantes a la secretaría del PSOE

Desde Castellón, donde el presidente de la Generalitat y el presidente provincial Carlos Fabra firmaban otro sustancioso convenio, Zaplana responde a Moreno que el PSOE "no tiene autoridad moral para criticar, porque ellos llevaron al caos la sanidad pública". ¿ Y qué quiere decirnos con eso?, ¿ que aún se puede inyectar una dosis más elevada de caos; que aún se puede hacer peor; que los ciudadanos ni siquiera tienen vela en su propio entierro? Pues, señores nuestros, eso es lo que hay. Lo que hay, hasta que a la ciudadanía, que quita y pone cargos, carguitos y carguetes, se le hinche la conciencia y otros órganos, y corte por lo sano. Entre tanto, el País Valenciano ha sido pasarela de las dos aspirantes a la secretaría general del PSOE: Rosa Díez y Matilde Fernández. Ambas coincidieron en Alicante. La primera invitada y rodeada por dirigentes alicantinos como García Miralles, Ángel Franco, Antonio Moreno, Luis Berenguer, José Joaquín Moya y García Gelardo; la segunda, por la unión de Jubilados de UGT. Y en medio de tanto ajetreo, siempre quedan los poetas: Francisco Brines y otros muchos, en la Universidad de Valencia; dos días después, Toni Cabré, con su obra L'Efecte 2000, se llevaba el Ciutat d'Alcoi de teatro. Después del desprecio del PP, a Enric valor y Vicent Andrés Estellés, qué respiro.