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Reportaje:EMPRESAS Y EMPRESARIOS

Los méritos de la investigación

Cristina Vázquez

El químico Vicente Navarro inició hace 50 años el negocio familiar fabricando lacas de uñas en un local de 80 metros cuadrados en el valenciano barrio de Russafa. Sus contactos, entre ellos con la antigua Tableros Vilarrasa, desvió a Naber, SA de la producción de barnices cosméticos a la de pinturas (tapaporos) y tintes para la madera, y hoy esta compañía, instalada en el polígono industrial de Beniparrell, fabrica 14 millones de kilos de pinturas para la madera, el metal y el plástico, las tres divisiones de negocio de que se compone esta industria, que no ha cambiado de propietarios desde su creación. Sus instalaciones ocupan 115.000 metros cuadrados de los que sólo están construidos 32.000.Naber, SA vende sus productos a industrias del mueble, juguete y automóvil. La pintura en polvo -con un alto aprovechamiento industrial- para sustratos metálicos es una de las líneas de negocio que más ha crecido. Los recubrimientos para el metal representan de hecho el 42% de la facturación que el año pasado rozó los 5.500 millones de pesetas. El auge de la pintura en polvo se debe, según Enrique García, apoderado y directivo de la compañía, a su adaptabilidad, su bajo coste y a sus propiedades no contaminantes. "Fue una apuesta por desarrollar nuestro propio I+D y nos ha dado grandes resultados", apunta García, quien cifra en un 4% o 5% la inversión anual de la empresa en innovación. "Un porcentaje anual muy superior a la media", subraya. Ahora recubren con pintura en polvo mobiliario metálico, carpintería de aluminio, iluminación, calefacción, cerámica e incluso envases de vidrio. Las ventas de este producto decidieron a la empresa a invertir 400 millones de pesetas en la construcción de una nueva planta, que estará acabada en noviembre.

Las pinturas líquidas son solicitadas para piezas de material ferroviario, electrodomésticos y, de nuevo, en el sector del automóvil. Sus barnices para plásticos, una línea en la que trabajan desde hace 15 años, se aplican a vehículos, ordenadores, equipos Hi-Fi y elementos de decoración y construcción (perfiles de PVC).

Los resultados económicos avalan la expansión de la compañía. En 1999 la facturación aumentó un 20% hasta alcanzar los 5.429 millones de pesetas y para este año esperan ingresar 6.400 millones de pesetas, con un crecimiento estimado del 18%. Los beneficios del año pasado fueron de 240 millones. El 90% de las ventas se realizan en España, y el resto en Alemania, Francia, Portugal, norte de África y Latinoamérica. Entres sus clientes se encuentran la cercana factoría de Ford España, Renault y de manera indirecta el resto de fábricas españolas de automóviles. También han facilitado inversiones de 436 millones en proyectos de Investigación y Desarrollo (I+D) durante el año pasado. La nueva nave de pintura en polvo absorberán el grueso de los 550 millones previstos para este ejercicio, de los que 175 millones financiarán mejoras en los laboratorios, informática, salud laboral y medio ambiente.

Naber, SA, ha concentrado su actividad en el desarrollo con tecnología propia de 3.000 nuevos productos. Su labor de investigación la ha llevado a colaborar con varios institutos tecnológicos valencianos, españoles y europeos, con los que ha investigado el desarrollo de bases de colores atóxicas con curado de rayos ultravioleta, que permite un secado rápido. Este año centrará sus investigaciones junto a los institutos del metal, la madera y el plástico, en productos menos contaminantes, que tengan como base el agua.

La manipulación de sustancias inflamables y contaminantes ha exigido de la industria química constantes inversiones en seguridad. Desde 1976 tiene una planta depuradora de las aguas residuales, y una red que separa las aguas sanitarias de las pluviales, con lo que se garantiza el vertido directo a la estación de Pinedo a través del colector oeste. Hace dos años se instaló la segunda depuradora, pero los planes futuros son la reducción del consumo de agua. En caso de accidente, Naber, SA dispone dentro de la factoría de una unidad de bomberos propia, con un depósito de un millón de litros de agua. Esta política ha permitido a la compañía participar en el programa piloto SAFE de la UE sobre seguridad y prevención de riesgos laborales.

Alianzas internacionales con BASF y Wörwag

Naber, SA, factura alrededor de 400 millones de pesetas al exterior, cerca de un 9% de sus ventas anuales. Con el tiempo se ha introducido en el norte de África, Latinoamérica y Oriente Medio, pero sus mayores clientes fuera de España están en Portugal, Francia y Alemania.La escasa relevancia de sus exportaciones no ha detenido su internacionalización. La primera incursión se produjo hace cinco años cuando la empresa química compró el 100% de la empresa francesa Nabermeyer, situada a 25 kilómetros de París y con una superficie de 5.000 metros cuadrados. Con 28 empleados, esta filial terminará este año con unas ventas de 850 millones de pesetas.

Los planes inmediatos son que, además de fabricar producto, Nabermeyer se convierta en un centro de distribución al resto de países de la UE. Desde principios de 1999 Naber, SA, tiene una joint venture, en la que cada una participa con un 50% del capital, con la empresa alemana Wörwag GMBH, proveedora de fabricantes del automóvil como Mercedes, Volkswagen y Porsche. Esta nueva sociedad, con sede en Valencia, provee de tecnología para fabricar pinturas de base agua para el sector de la automoción.

"En España no se empleaban demasiado los productos con base agua, pero el sector de la automoción sí lo demanda ahora para sus piezas de plástico, que cada vez son más", explica Jesús Ballester, directivo y apoderado de la empresa.

La tercera alianza exterior de Naber, SA la ha concretado con la multinacional BASF con la que produce el llamado coil coating para los mercados español, portugués y magrebí. Consiste en el lacado de bobinas de chapa, que después de pasar por el horno de secado se rebobinan de nuevo y con ellas se hacen desde lamas de persianas hasta naves industriales. El grupo Naber, SA, exceptuada la participada con la multinacional BASF, facturará en este ejercicio alrededor de 7.300 millones de pesetas.

Esta industria química emplea además un sistema de aseguramiento de la calidad de acuerdo con la norma ISO 9001. También ha recibido el reconocimiento de Ford España, que la ha distinguido con su QS 9000 (su índice de calidad), y con la EAQF de la compañía Renault. Cuenta además con las certificaciones de los institutos Aidima, Cidemco y Quialicoat.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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